El gran premio de la cocina: Carina Zampini y el jurado se hartaron de un participante y se lo dijeron en la cara

Se veía venir. La necesidad de destaque, sumada al vértigo que cualquier reality show imprime sobre los participantes, que nunca saben cuál puede ser su último programa, llevan a tensar la relación con sus compañeros y con el jurado para obtener el favor del público. En El gran premio de la cocina, a Luis Santa Cruz le gusta jugar al límite de su estampa sobradora, y el personaje cada vez cae peor.

No solo el público está calmando su entusiasmo frente al participante, sino que tanto Carina Zampini como los miembros del jurado, empiezan a pedir más disciplina y menos histrionismo. Hace unos días había cruzado un límite al decirle, soberbio, a la conductora que le pediría casamiento, si "se divorcia de (Christian) Petersen". Esta semana continuó con cruces con distintos integrantes.

Poco afecto a seguir las reglas y con complicaciones para respetar consignas, Luis terminó de entregar el condimento de su entraña por fuera del tiempo estipulado. Zampini descalificó este agregado y le aclaró: "Quiero que sepas que hay un montón de gente en el control prestando atención solamente a si llegan a tiempo o no", le aclaró mirándolo fijo. "¿Llegué a tiempo?", le sostuvo él la mirada, desafiante. "Con este no, Luis. ¿Me vas a discutir todo?", cerró ella disimulando su fastidio.

La segunda confrontación se dio al día siguiente entre el participante y el jurado. Se trataba de evaluar un tiramisú, y nuevamente Luis hizo equilibrio entre el show y la falta de respeto. Discutiendo con Felicitas Pizarro, "sobrando" a Christian Petersen, y ninguneando a Manuel Asta, de quien aseguró estar "acostumbrado" a que no le diga nada bueno. Enamorado de su rebeldía, si se revisa la tabla de puntajes, Luis se encuentra anteúltimo a horas de la eliminación. No son auspiciosas las perspectivas para él.