Nueva estrella del fútbol
El ganador, Aimar Centeno, de 16 años, hará una prueba en el Real Madrid
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Aimar Centeno es el ganador de "Camino a la gloria". Anteanoche, el ciclo de Canal 13 cerró la competencia que comenzó hace unos meses en el campo de polo con 12.000 chicos que soñaban con ser futbolistas. Pero el que se llevara la gloria podía ser sólo uno. En este caso, un chico de 16 años del pueblo de Agustín Roca, Junín, que viajará al España para probarse en el Real Madrid.
El programa comenzó anteayer, a las 23, (nuevo cambio de horario) con los 16 finalistas en una suerte de gimnasio cubierto sentados en semicírculo, sus familiares, nerviosos, se acomodaron en una tribuna a sus espaldas.
Muy pronto Mario Pergolini le pidió al jurado que diera su veredicto y ellos, con un gran sentido del ritmo televisivo, retrasaron la decisión nombrando a cinco finalistas. Eso dio lugar para mostrar el último partido que jugó el equipo formado por el programa contra la sexta de Racing. Allí hubo oportunidad de ver a estos chicos en acción, en una cancha de fútbol, su ambiente natural. Después de todo de eso se trataba el programa que anteanoche consiguió 16.9 puntos de rating. En ese segmento la producción de Cuatro cabezas tuvo oportunidad de mostrar lo que mejor hace: el trabajo de edición. Con la excusa de contar la lesión que sufrió Alexis Luna, uno de los concursantes, las imágenes contaron en pocos segundos la tragedia que significa para un jugador lastimarse en la cancha.
Finalmente el jurado redujo el grupo de cinco a dos finalistas. Hasta el momento, más allá de algunas caras largas y lagrimeos, al envío le faltaba la emoción de una instancia decisiva. Esa que aportó Delem, el asesor general deportivo del ciclo, que, a pesar de años de experiencia con jugadores en ciernes, no pudo evitar la emoción al despedirse de ellos.
Fue él también quien aportó una información para el televidente interesado en la suerte de los chicos. "Vamos a tratar de llevar a los que quedan a clubes de acá", prometió, mientras que Aimar Centeno, de Agustín Roca, Junín, ya soñaba con Madrid.






