
Recuerdos de Ingrid Bergman
Europa, Europa rescata siete de sus primeros títulos y "Strómboli", de Rossellini
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Europa, Europa recuerda a Ingrid Bergman al cumplirse, el domingo próximo, 89 años de su nacimiento y -en coincidencia- 22 de su muerte. Lo hace con cine, y con ocho de sus primeras y menos difundidas películas europeas.
Las elegidas para el homenaje son "El conde de la ciudad vieja" (1935), de Edvin Adolphson y Sigurd Wallén, a las 11; "La familia Swedehielms" (1935), de Gustaf Molander, a las 12.25; "La noche de Walpurgis" (1935), de Gustaf Edgren, a las 14; "Intermezzo" (1936), "La que vendió su alma" (1938) y "Esta noche contigo", las tres de Molander, a las 15.25, 17.05 y 18.50, respectivamente; "Noche de junio" (1940), de Per Lindberg, su última película en Suecia, a las 20.25 y, como broche de oro a las 22, "Stromboli" (1949), el clásico de Roberto Rossellini.
Ingrid Bergman nació en Estocolmo, Suecia, el 29 de agosto de 1915. Su madre, Frieder Adler, murió cuando Ingrid tenía tres años. Su padre, Justus Samuel Bergman, crió a la niña hasta su muerte, cuando ella cumplió los doce. Justus, que tenía un comercio de productos fotográficos, fue quien guió a la pequeña por la ruta del arte y quien la retrató por primera vez con una pequeña filmadora. Al quedarse sola, Ingrid fue a parar a la casa de un tía, que murió a los pocos meses, y debió resignarse a convivir con el resto de su familia.
En esos tiempos, Ingrid ya mostraba la intrigante belleza que, como buena actriz nórdica, supo capitalizar como sello distintivo. Fue extra de cine al mismo tiempo que terminaba sus estudios y, una vez egresada del colegio, ingresó en la Escuela Real de Teatro de Estocolmo, donde un año después debutó profesionalmente. Su primer papel hablado llegó en 1935, cuando el director Gustaf Molander la dirigió en "El conde la ciudad vieja", donde interpretó a una sirvienta de hotel donde se vendían bebidas alcohólicas prohibidas. Al año siguiente, Ingrid fue parte de una película que cambiaría su vida. "Intermezzo", nuevamente con Molander, cuenta la historia de un eximio violinista que tiene un amorío con la hija de su profesor de piano, interpretada por Bergman. Entusiasmado con ella, el productor norteamericano David O. Selznik compró los derechos para una remake y contrató a la actriz para repetir su papel.
Sin embargo, Ingrid volvería al cine sueco hasta 1939, cuando Selznick la convenció de incorporarse a la industria y así comenzar una carrera de medio siglo que la llevaría a ganar tres Oscar, dos Emmy y un Tony, además de una imagen de "santa que puede ser una cualquiera y volver a ser una santa", tal como se describía a sí misma. El contrato con el productor fue de siete años, y en ese tiempo sólo trabajó en dos de sus películas.
Fuerza y belleza
Bergman combinaba fuerza y belleza angelical sin necesidad de maquillaje extremo, como las actrices de su tiempo, y esas fueron las características que más habían apasionado al que poco después respaldaría "Lo que el viento se llevó". Ingrid estaba casada entonces con un dentista sueco y en 1937 dio a luz a una niña, Friedel Pia. En 1941, la exitosa actriz fue elegida para encarnar a la novia del Dr. Jeckyll, para la MGM, pero terminó cambiando papeles con Lana Turner, que en principio componía un personaje mucho más oscuro en la trama, algo que benefició a las dos actrices hasta ese momento encasilladas en papeles nobles y provocativos, respectivamente. En 1939 debutó en Broadway, poco antes de protagonizar "Anna Christie", de Eugene O´Neill, en 1941. Un año más tarde fue Ilsa, en "Casablanca" y, en 1942, María, la figura femenina de "Por quién doblan las campanas". No obstante, su primer Oscar sólo llegó en 1944 por "Luz de gas". Se destacó a las órdenes de Alfred Hitchcock, antes de volver a a las tablas de Broadway para ser Juana de Arco y ganar un Tony por ese personaje, que repetiría en el cine. En 1949, Bergman envió una carta al director Roberto Rossellini (el autor de "Roma, ciudad abierta"), expresándole sus deseos de trabajar con él. El cineasta la convocaría para "Stromboli", donde interpreta a una prisionera lituana en Italia durante la Segunda Guerra Mundial. Su romance con el italiano rompió con la imagen que el público norteamericano tenía de ella, una mujer que, además de traicionar a su esposo se mostraba públicamente vinculada a un hombre que, como ella, estaba casado. Al quedar embarazada, Bergman y Rossellini decidieron romper definitivamente sus lazos matrimoniales. En los Estados Unidos, Bergman fue demonizada como una promotora del "amor libre". Poco le importó: en 1952 fue madre de dos mellizas, una de ellas Isabella, que sería modelo y actriz.
De vuelta en Hollywood, a fines de los años 50, Bergman sería premiada por segunda vez con el Oscar por "Anastasia", y separada de Rossellini se casó nuevamente, esta vez con un productor sueco. Por una década alternó el cine, el teatro y la TV, ganó un Emmy por la miniserie "Otra vuelta de tuerca" (1959) y, en 1965, debutó en la escena londinense. En 1973, cuando ya se había recuperado del escarnio que sufrió en la posguerra, recibió su tercer Oscar por "Crimen en el Expreso Oriente". En 1975 se divorció y al mismo tiempo le fue diagnosticado cáncer. Tres años después aceptaría la propuesta de ser una de las dos protagonistas de "Sonata otoñal", que dirigió su compatriota Ingmar Bergman, a quien no conocía ni la unía ningún parentesco. En 1982, por su protagónico en una miniserie sobre la vida y obra de la primera ministra israelí Golda Meir, recibió el Emmy y el Golden Globe, y unos meses después -el 29 de agosto- el mismo día en que cumplió 67 años, murió en Londres.
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