
Un reality show de a dos
Juan Castro tiene a su cargo la conducción del ciclo, en el que participan tres parejas
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Tenía que pasar. Ahora que la presencia de los reality shows en la pantalla chica ya se hizo costumbre, el inquieto género comenzó a diversificarse. Su nueva variante: el juego de parejas. Si "Gran hermano" o "Expedición Robinson" hacían del "conócete a ti mismo" su credo principal, "Confianza ciega", el programa que presentó ayer Azul TV y que hoy, a las 21, tendrá su primer capítulo, da una vuelta de tuerca a la historia: participa y conoce la verdadera naturaleza de tu pareja.
En resumen, aquí se tratará de que tres jóvenes parejas prueben su fidelidad en el marco de una paradisíaca playa de Portugal, rodeados de un grupo de seductores dispuestos a hacerlos sucumbir a la tentación.
Para lidiar con las emociones de los participantes estará Juan Castro, que oficiará de conductor y mensajero. Es que las parejas serán separadas apenas unas horas después de llegar a un lujoso hotel de Algarve, una región en la costa portuguesa.Una vez allí no volverán a tener contacto entre ellos, con excepción de los videos que noche tras noche mirarán junto al conductor.
En esas escenas podrán espiar qué hace su media naranja en la casa de enfrente. Según lo que vean podrán utilizar tres tarjetas: una roja (con la que tienen que estar los tres participantes de acuerdo), que les permite echar a una soltera o soltero; una amarilla (individual), con la que se puede suspender durante 24 horas a algún seductor o seductora, y una verde,que les permite espiar por diez minutos qué pasa en la otra casa. Separados apenas por unos metros las mujeres convivirán con seis hombres contratados con el fin de seducirlas y los hombres tendrán el mismo desafío con la media docena de chicas que los acompañarán a sol y a sombra.
El planteo del programa se parece al de "Temptation Island", un ciclo que se emitió por la señal de cable Fox hasta hace poco tiempo, aunque esta producción de P&P Endemol tiene sus propias características. Creado por los responsables de "Gran hermano" en su versión de Portugal y John De Mol (el inventor de la televisión verdad), "Confianza ciega" juega con la delgada línea entre las apariencias y la realidad. Los videos, las pruebas de la fidelidad o la traición podían ser editados de tal manera que las parejas vieran algo que en realidad no estaba sucediendo. Según Castro, no hizo falta recurrir a ningún truco.
-¿Por qué creés que la gente se anota en este tipo de programas ?
-Yo creo que en este caso hubo gente que se anotó para testear su pareja. Me parece que también hubo un par que fueron para disfrutar de los 15 minutos de fama. Antes teníamos "Festilindo" y "Cantaniño" y ahora tenemos los reality shows. Muchos participantes, buenos jugadores, creían que eran productores de televisión y se les vino abajo ese juego cuando empezaron a ver realidades.
-¿Qué querés decir con productores de TV?
-Al principio estaban todos muy pendientes de las cámaras, de cómo se editaban los videos.
-¿Cuál era tu relación con los participantes?
-Les daba las actividades del día y me tenían como un amigo; de noche, cuando llegaba con los videos, era el abogado del diablo.
-Te odiaban un poco.
-Me odiaban un poco. Pero les aclaraba que no era yo el que hacía lo que ellos veían en los videos. "Yo no la elegí, no es mi novia, no es mi novio."
-¿Harías algo como esto?
-No. No necesito ir a un programa de TV para testear mi confianza, y además me encantó el rol de conductor, ver los videos con ellos, contenerlos, pincharlos y en algún momento confundirlos.
-De a ratos casi un actor.
-Un poquito. No te voy a decir un Shakespeare, pero un "Verano del 98" seguro.
-¿Qué les decías cuando ellos dudaban de lo que veían?
-El tema es tuyo, lo creas o no.
-¿Se puede decir en algún momento "no quiero jugar más"?
-Si algún integrante de la pareja lo decidía me lo comunicaba a mí y yo inmediatamente tenía que ir a buscar a su novio o novia a la otra casa y se retiraban del juego. Aunque el otro no estuviese de acuerdo.
-En este programa no tienen carencias materiales como en otros reality shows.
-No. Están chochos. Fiestas todas las noches, actividades todo el tiempo, comida, bebida, hombres, mujeres, pileta y jacuzzis. Ellos la pasaron bárbaro.
-¿Y vos no?
-Lo mío fue un trabajo de mucha tensión. Tenía que saber lo que estaba pasando en las dos casas. Estaba todo el tiempo mirando por los monitores. En el momento de ver los videos y hablar con cualquiera de las partes de la pareja estaba bueno que estuviese bien informado. Aunque esas imágenes las viera por primera vez junto a ellos. Así, mis comentarios eran más del momento, más frescos.
-¿No te preocupa que a los televidentes les resulte demasiado fuerte el hecho de especular con la infidelidad y la continuidad de la pareja en cámara?
-Bueno, las novelas suben su rating cuando llega el momento de ver si los protagonistas se quedan juntos o no.
-Pero en este caso es gente real.
-Sí, a veces nos pasaba que con la producción sufríamos viendo lo que estaba pasando. O lo que no pasaba.
Lo que sucedió con las parejas, si se quedaron juntas, si se separaron, si fueron fieles o no, es un secreto que la producción mantiene bajo siete llaves. El programa ya fue grabado y los tapes guardan el misterio de los resultados. De cualquier manera, según Castro, el final es poco importante: "Mucha gente me pregunta qué pasó al final, pero a mí me parece que lo jugoso es lo que pasó en el medio. Saber quiénes se fueron juntos y quiénes no es relativo. Además, lo más fuerte del programa será la repercusión en las casas. Cómo se va a plantear la cuestión de la infidelidad a partir de lo que vean en pantalla".
Podría ser un sueño: una playa exótica y un grupo de mujeres y hombres hermosos dispuestos a la aventura. O, con las cámaras allí puede que para muchos haya sido una pesadilla. Hoy, a las 21, por la pantalla de Azul TV comenzaremos a averiguar qué pasó.
La hora de la confianza
- El programa tendrá unos horarios que en principio parecen difíciles de memorizar, a saber: irá los lunes y martes a las 21, y los lunes, martes y miércoles a las 23, con la versión no apta para el horario de protección al menor. La producción y los participantes pasaron tres semanas en un resort de la costa portuguesa que fue comprado por Endemol para que no hubiera problemas con la colocación de las cámaras. Estaban en todos lados menos en el interior de las casas en las que convivían los jugadores con los seductores. En el mismo lugar ya se grabaron las versiones holandesas y portuguesas de "Confianza ciega".




