
Vertiginosa síntesis de una visión periodística
"Informe central", programa periodístico conducido por Rolando Graña y Martín Ciccioli. Con Alfredo Leuco, Pepe Eliaschev, Omar Lavieri, Roberto Navarro, Facundo Pastor y Martín Souto. Productor ejecutivo: Andrés Bombillar. Dirección: Pablo del Pozo. Realización: Juan Pablo Olguín. Por América, de lunes a jueves, a las 21.
Nuestra opinión: bueno.
En el renovado diseño de programación de un canal decidido una vez más a querer hacerse fuerte en el terreno periodístico, "Informe central" es algo más que el título de un nuevo envío informativo.
El espacio que desde anteanoche ocupa, de 21 a 22, un nutrido equipo encabezado por Rolando Graña y Martín Ciccioli es la síntesis acabada del modelo que aspira a imponer América durante esta temporada. Porque "Informe central" se instala con su propuesta en forma equidistante tanto de los noticieros propiamente dichos (que a su vez registran cambios de nombres y de perfil en las dos ediciones) como de los programas de debate e investigación que llegaron o están por volver ("Día D", "Periodistas", "La cornisa", "Puntodoc").
Quizá lo más atrayente del programa pase por la correspondencia entre lo que se promete y aquello que se presenta en el aire, siempre hablando en términos generales. Porque se nota a las claras que "Informe central" aspira a ser, tal como lo presentan sus responsables, un noticiero con valor agregado, sobre todo por la incorporación de un grupo de columnistas, algunos de los cuales están en condiciones de darle un complemento interpretativo y analítico de las principales noticias del día, aquello que -podría conjeturarse- el televidente típico de este programa ya conoce por anticipado en sus líneas generales.
El vértigo del programa hizo que en la emisión inaugural sólo apareciera a pleno el aporte de dos de los columnistas, Alfredo Leuco (política) y Pepe Eliaschev (internacionales). Martín Souto (deportes) apenas pudo intervenir al filo de las 22, Facundo Pastor (policiales) aportó su voz en off para un brevísimo informe que prometió ampliarse y ni Roberto Navarro (economía) ni Omar Lavieri (política) pudieron entregar lo suyo, aunque se los veía en una suerte de redacción abierta que funcionaba detrás del escritorio de los conductores.
De lo visto, Eliaschev y Leuco -dos nombres de larga experiencia- se acomodaron muy rápido a la propuesta general. Sobre todo el primero, que tuvo que resumir en pocas líneas la esencia del conflicto bélico que se cierne sobre el mundo y logró hacerlo con su acostumbrado rigor. Souto, en cambio, eligió un enfoque atípico para analizar la jornada futbolística (el testimonio de la madre de los hermanos Milito, enfrentados en el clásico de Avellaneda), pero repitió su conocida costumbre de manejarse entre los jugadores con excesivas licencias y algún desliz verbal, costumbre lamentablemente extendida en la TV.
Talón de Aquiles
Pero justamente en el mérito de sus mejores columnistas -que muestran cómo utilizar con criterio el poder de síntesis- está el talón de Aquiles potencial del programa. A "Informe central", al menos en el comienzo, podría aplicársele aquello de "quien mucho abarca, poco aprieta".
Es tal la sucesión de temas, informes e investigaciones que se anuncian -con una notable sincronización, hay que decirlo- y son tantos los temas desplegados, divididos, editados y repartidos a lo largo de la hora que no sería extraño que más de un televidente pierda la brújula en algún tramo.
El problema no se agota en las notas que no encuentran lugar para emitirse después de haber sido largamente anunciadas o quedan reducidas a la mínima expresión. Son otras tantas manifestaciones de un riesgo progresivo, porque de esta manera se sacrifica con el tiempo aquel "valor agregado" que se promete para analizar un hecho del día o hacer una investigación especial, sumergido en una vorágine general donde lo único importante es dar la mayor cantidad de elementos posible.
Parece difícil proponerle al televidente un plato con ingredientes más sabrosos si no se le facilita a aquél el tiempo mínimo para distinguir uno del otro. Evitar que el variado menú que promete "Informe central" se convierta en una sucesión de platos en apariencia diferentes pero con gustos muy similares es el mayor desafío que enfrentan Rolando Graña y Martín Ciccioli, dos conductores dinámicos y muy aplicados.
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