
Un Brahms hamburgués
Herbert Blomstedt: La Nación dialogó con el director de la Sinfónica NDR de Hamburgo antes de los conciertos que ofrecerá mañana en el Teatro Colón.
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Es cierto que a la hora de enfrentarse a una partitura no importa tanto la nacionalidad del intérprete, sino su conocimiento sobre el estilo de esa música representada mediante una serie de símbolos en un papel. Pero, ¿quién no puede mostrarse interesado por escuchar cómo suena la música de Johannes Brahms en manos de la orquesta de la ciudad donde nació y vivió durante su juventud el ilustre compositor alemán?
El público de Buenos Aires tendrá la posibilidad de hacer esta experiencia, ya que se presentará la Orquesta NDR de Hamburgo, mañana y el miércoles, a las 20.30, en el Teatro Colón, para los dos ciclos de abono de Harmonia.
La agrupación alemana, con la dirección de Herbert Blomstedt, interpretará, en las dos funciones, el Concierto para violín y orquesta, del compositor hamburgués, con Frank Peter Zimermann como solista y, además, la Sinfonía Nº 1 (solamente mañana).
La visita de la orquesta de la Radio Alemana del Norte (Nord Deutscher Rundfunk, NDR) tiene, además de un interés de tipo brahmsiano, el atractivo de ser una de las pocas agrupaciones sinfónicas que visitan la Argentina durante este año, que incluyó en su programación una obra cumbre de la primera mitad de este siglo y de cierto riesgo técnico: el Concierto para Orquesta de Béla Bartok.
Herbert Blomstedt, en diálogo telefónico con La Nación , desde San Pablo, primera escala de la gira sudamericana de la Orquesta NDR, se muestra consciente de la posición privilegiada que tiene la agrupación, de la que pasó a ser su titular desde el año último.
Blomstedt explica que la programación del repertorio para una gira depende de diferentes factores. Pero el primero es tratar de tocar "obras que representen el país en que vivimos; por eso tocamos música alemana. Y hacemos música que es característica de la ciudad cuando es posible. Brahms nació en Hamburgo, vivió allí en su juventud y es el centenario de su muerte; son varias razones para programarlo. Y la orquesta tiene un maravilloso sonido para Brahms". Siguiendo estas premisas es que incluyeron también las Obertura en Do mayor "Al estilo italiano", de Schubert (por sus 200 años de nacimiento), y "Carnaval" "de un un gran amigo de Brahms:Anton Dvorak".
La razón de incluir el Concierto para orquesta de Bartok hay que encontrarla, según Blomstedt, en la posibilidad que le brinda de mostrar "a la orquesta desde lugares muy diversos, y a pleno".
Un Brahms "clásico"
En los dos conciertos que la orquesta ofrecerá en Buenos Aires se podrá escuchar a Frank Peter Zimermann interpretando el único concierto para violín que escribió Johannes Brahms. Como cuenta Blomstedt, la visión sobre esta obra del violinista nacido hace 32 años en Duisburg, Alemania, influirá el modo de encarar la obra por parte de la orquesta. "Somos muy sensitivos de lo que escuchamos. Cada nuevo músico que toca con la orquesta, especialmente si es un solista o un director, hace que la agrupación reaccione muy espontáneamente al feeling que proviene de ellos. El solista es, obviamente, la persona más importante en el concierto. Necesariamente, la interpretación estará influida por él." Según anticipa Blomstedt, el violinista "toca el concierto de una manera clásica, con tiempos un poco más rápidos que le dan un sabor particular".
La importancia de una gira
La llegada de Blomstedt el año último a la NDR no es casual. Su vinculación con la orquesta data de hace 25 años, y ya en 1981 fue convocado para dirigir durante las giras.
Además, se trata de un director de larga trayectoria (debutó como director en 1945 al frente de la Filarmónica de Estocolmo) y tiene como uno de sus principales lauros haber ubicado a la Orquesta Sinfónica de San Francisco, durante los diez años en que fue su director musical (1986/96), entre las cinco grandes de los Estados Unidos.
Mientras inicia su gira por América del Sur con la Orquesta NDR, (que ya estuvo en Buenos Aires en 1989, pero dirigida por Penderecki), explica por qué cada día toma más importancia para las agrupaciones realizar tourneés alrededor del mundo. "Tienen muchos propósitos -opina-. Es una especie de trabajo como embajadores, ya que representamos al país del que venimos. También sirve para propagar el conocimiento sobre la calidad de la orquesta en los centros musicales de todo el mundo y es importante para la orquesta en sí misma."
Para Blomstedt, "salir de gira es una poderosa forma de establecer los sentimientos de continuidad en una orquesta. Estamos juntos por unos cuantos días en los mismos hoteles, tocando sólo dos o tres programas en diferentes circunstancias que le dan a la orquesta una sensación muy fuerte de unidad. Algo que no logras cuando se toca en casa un programa diferente por semana".
El director no deja de mencionar, además, el estímulo que significa para los integrantes de la orquesta "entrar en contacto con otros tipos de público que reaccionan diferente, que tal vez tienen otro temperamento que el local y con otras expectativas que deben ser enfrentadas".
_También tienen que interpretar las mismas obras en diferentes salas que responden de una manera distinta de la habitual de la de su sala de conciertos...
_Este es otro desafío para la orquesta. Por eso estamos muy contentos de poder tocar en el Colón, que tienen tan maravillosa acústica.




