La infusión milenaria poco conocida que ayuda a perder peso y es una aliada contra la prediabetes

El té es la bebida más consumida en todo el mundo, después del agua, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés). Dentro de sus decenas de tipos, el té blanco es menos conocido en Occidente que otros como el té negro o el té verde, pero está repleto de beneficios y propiedades que promueven la buena salud, e incluso ayudan a perder peso, combatir las marcas de envejecimiento y colabora en diagnósticos de “prediabetes”.

El té blanco contiene múltiples micronutrientes, polifenoles, antioxidantes, metilxantinas y catequinas, que tienen beneficios para la salud. Según la Agencia Iberoamericana para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología (DiCYT), un estudio del Centro de Investigación en Ciencias de la Salud de la Universidad de Beira Interior (CICS-UBI) demostró que el consumo de té blanco puede ser bueno para personas con prediabetes, es decir, con niveles de glucosa altos, pero no tanto como para ser diagnosticados con diabetes.

La investigación consistió en aplicar la infusión a un grupo de ratas de laboratorio con la condición de prediabetes, y los resultados arrojaron que, aunque la glucosa no disminuyó, sí bajó la intolerancia a esta sustancia y aumentó la sensibilidad a la insulina, que regula la cantidad de esta enzima en la sangre.

El té blanco combate el colesterol alto, beneficia a una piel sana y suave, tiene propiedades de antienvejecimiento, es antioxidante, y además, optimiza la salud bucal, gracias a sus características antibacterianas Además, producto de su elevada concentración de vitaminas C y E, es una buena herramienta para los resfriados, la fiebre, el dolor de muela y otro tipo de inflamaciones.

Una investigación de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Kingston (KUL) analizó 21 extractos de plantas y hierbas diferentes para ver sus beneficios sobre el envejecimiento y la inflamación. Si bien casi todas mostraron aspectos positivos, el té blanco destacó, ya que manifestó una mayor concentración de enzimas que frenan la degradación de colágeno y elastina respecto a las demás infusiones.

La elastina y el colágeno son unas proteínas estructurales presentes en tejidos como los pulmones, corazón, arterias y piel. El último es la base de la estructura de la mayoría de los tejidos y la primera los provee de elasticidad. Por eso, el consumo de esta bebida combate las marcas de envejecimiento, previene enfermedades pulmonares y promueve un mejor estado en los vasos sanguíneos y corazón.

Cómo se prepara el té blanco: la receta perfecta

El té blanco es una bebida delicada que requiere una preparación cuidadosa para resaltar sus mejores características. Primero se debe calentar el agua, aunque no debe llegar a hervir. Luego, hay que añadir las hojas de té blanco al agua caliente y dejarlas infusionar durante unos minutos. Después, hay que colar las hojas para obtener una bebida clara. Algunos puntos a tener en cuenta para prepararlo correctamente:

• Temperatura del agua: contrariamente a lo que muchos creen, no se debe hervir el agua para preparar té blanco. El agua debe estar caliente, pero que no hierva, idealmente a unos 75°C. Esto ayuda a preservar los sabores sutiles y las propiedades del té.
• Cantidad de hojas: para preparar un litro de té blanco, se deben usar aproximadamente ocho gramos de hojas, lo que equivale a unas cinco cucharadas. Una medida común es una cucharadita de hojas por cada 150 ml de agua.

• Tiempo de infusión: el té blanco se puede infusionar varias veces, lo que no es común en otros tipos de té. La primera infusión debe durar alrededor de cinco minutos, la segunda aproximadamente ocho minutos y las siguientes hasta 15 minutos. Aunque las infusiones posteriores no serán tan intensas como la primera, aún ofrecerán una bebida de buena calidad con beneficios para la salud.
• Aprovechar al máximo los beneficios antioxidantes: las propiedades antioxidantes del té blanco se incrementan con un tiempo de infusión prolongado. Para maximizar estos beneficios, es aconsejable dejar reposar el té en agua templada durante al menos dos horas.
• Cómo tomar el té blanco: esta infusión se puede beber tanto caliente como fría, según las preferencias personales. Para apreciar mejor sus matices, es recomendable beberlo sin endulzar, ni añadir leche o especias.

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