¿Puede Donald Trump enviar presos estadounidenses a la megacárcel de Nayib Bukele en El Salvador?
El presidente busca externalizar el sistema penitenciario federal, pero la propuesta enfrenta límites legales en Estados Unidos y abre un nuevo capítulo en su política de seguridad criminal
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Donald Trump quiere sacar presos del país. Recientemente, dijo que estaría “encantado” de enviar a los criminales más violentos nacidos en Estados Unidos a la cárcel más temida de América Latina: el Centro de Confinamiento del Terrorismo (el Cecot), en El Salvador. Las afirmaciones las hizo el 6 de abril, a bordo del Air Force One, en medio de una gira por el sur del país. Aunque aclaró que haría esto solo “si es legal”.
¿Puede Estados Unidos deportar a sus propios ciudadanos?
Si bien Trump presentó la idea como una forma de reducir costos y descomprimir el sistema penitenciario, expertos constitucionales afirman que la propuesta no tiene sustento válido.

“Estados Unidos tiene absolutamente prohibido deportar a ciudadanos estadounidenses”, explicó Leti Volpp, profesora de derecho en la Universidad de California, Berkeley, a CNN. La Constitución protege el derecho a permanecer en el país, incluso cuando una persona fue condenada por delitos graves.
Además, la Octava Enmienda prohíbe cualquier castigo que pueda ser considerado cruel o inusual. Trump busca alojar a esos presos en el Cecot, una prisión diseñada para el confinamiento extremo. Al respecto, Lauren-Brooke Eisen, directora de justicia del Brennan Center, recordó que no existen precedentes modernos para una política de este tipo. “Sería ilegal, inhumana e impracticable”, advirtió al medio citado.
“Es bastante extraordinario, sin precedentes y alarmante en muchos sentidos”, dijo a The New York Times, Michael Shifter, investigador principal del instituto de investigación Diálogo Interamericano de Washington: “Sé que muchos expertos han planteado dudas sobre la constitucionalidad y legalidad de este acuerdo, pero Bukele es un dirigente que tiene un poder absoluto en El Salvador y parece que Trump avanza en una dirección similar al intentar reducir o eliminar cualquier control sobre su poder”.
A estos argumentos se le suma un límite adicional: la Ley del Primer Paso, aprobada en 2018, exige que los presos federales cumplan su condena lo más cerca posible de su lugar de residencia. El objetivo es claro: facilitar la rehabilitación y preservar el vínculo con sus familias. Enviar a esos internos a El Salvador no solo sería inconstitucional, también violaría esta normativa vigente.
La cárcel de Cecot: condiciones extremas y cuestionamientos internacionales
Inaugurado en 2023 por el presidente Nayib Bukele, el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) está ubicado en Tecoluca, El Salvador. Tiene capacidad para 40.000 presos y aloja a supuestos pandilleros detenidos sin juicio.
Las celdas están iluminadas todo el día, los internos no tienen acceso a objetos personales y comparten baños abiertos. Human Rights Watch y Amnistía Internacional denunciaron que esas condiciones atentan contra la dignidad humana.
En febrero, Estados Unidos y El Salvador firmaron un acuerdo para deportar inmigrantes irregulares, incluidos supuestos miembros del Tren de Aragua. No obstante, Trump quiere ir más allá: trasladar a ciudadanos estadounidenses nacidos y criados en el país.
La oferta de El Salvador a Trump
Bukele propuso alojar presos a cambio de 6 millones de dólares por año. El sistema penitenciario salvadoreño tiene un costo anual de 200 millones y requiere ingresos externos para financiar su funcionamiento.

Trump reactivó la Ley de Enemigos Extranjeros para expulsar migrantes sin juicio previo, medida respaldada por la Corte Suprema. Aplicar esa normativa a ciudadanos estadounidenses implicaría un cambio legal de mayor alcance.










