Bautismos, primeras comuniones, asados, vacaciones. Algunas postales en las ramblas de Mar del Plata vestidos con el atuendo de paseo. Las fotos antiguas son las memorias de las familias. Verdaderas reliquias donde buscar rasgos parecidos, y ponerle rostro a los ancestros que, en ocasiones, pueblan las anécdotas de la sobremesas. Muy pocas familias las conservan en álbumes. La mayor parte de las veces están sueltas en cajones, en cajas, en maletas. Llegan las nuevas generaciones y preguntan "quiénes son estos". Con un poco de suerte, algún familiar los recuerda. Para evitarlo, estos son los consejos del historiador de la fotografía Abel Alexander para cuidar ese acervo.
- No escribir sobre las fotografías con tinta. Identificar a las personas en el reverso con grafito suave.
- No usar telas adhesivas ni pegamentos modernos. Tampoco etiquetas autoadhesivas sobre las fotografías, ni sobre los envoltorios que las contengan.
- No utilizar ganchitos ni clips de metal para mantener las copias o los negativos juntos. Las banditas elásticas son material prohibido en un archivo fotográfico.
- Guardar por separado, según su característica. No mezclar copias de papel con negativos. Los negativos de nitrato de celulosa se deben guardar aparte, ya que se descomponen generando ácidos dañinos para el resto del material.
- Tomar el material por los bordes. Sin apoyar los dedos. En lo posible, usar guantes de algodón, blancos y limpios.
- No amontonar el material. Los negativos de vidrio no se deben apilar. Se deben colocar de canto, excepto las grandes planchas.
- Utilizar fundas individuales de papel no ácido, adecuadas para cada formato. En su defecto, plásticos como el polipropileno cristal, excepto para negativos flexibles. Nunca utilice fundas de PVC o clorato de polivinilo.
- No utilizar franelas. Limpiar las copias y negativos con un pincel de pelo de marta, o un pincel soplador (se adquiere en comercios de fotografía).
- Prohibido comer y fumar en los archivos fotográficos. El humo del tabaco daña las emulsiones.
- Mantener el archivo limpio. Se desaconseja el uso de cortinas, alfombras y otros adornos que acumulen polvo. El repositorio debe airearse en forma regular. Las colecciones fotográficas deben revisarse varias veces al año, como una medida de precaución, para evitar deterioros.
- Nunca exhibir o colocar una fotografía de época sobre vidrio. Este procedimiento daña la copia por ferrotipia y por humedad.
- Evitar la exposición directa y constante del material fotográfico a la luz natural. Los rayos del sol afectan notablemente las copias. Evitar la iluminación con tubos fluorescentes.
- Guardar el material fotográfico en el lugar más fresco y seco. El calor y la humedad excesiva son coadyuvantes para importantes deterioros, como, por ejemplo, la actividad química residual del hiposulfito de sodio, que amarillea y desvanece la imagen, o la contaminación de hongos y microorganismos.
- Preservarlo del polvo y los gases contaminantes de productos químicos. Utilizar para guardarlo muebles metálicos de buena calidad, y con ventilación.
Esta nota forma parte de la edición especial Fotografía Argentina de Revista Lugares.