Alejandro Espinosa tiene 49 años, es de Mar del Plata, hace 27 que vive en Buenos Aires y es el señor que está escondido dentro de un traje rojo y blanco, con mucha barba blanca que nuestros hijos adoran.
Es actor, estudió en Mar del Plata y en Buenos Aires siguió perfeccionándose en el Rojas y el San Martín. Vino a Buenos Aires por una obra de teatro y se contactó con unos amigos que tenían una productora: con ellos dio sus primeros pasos como Papá Noel y rey mago. Hoy trabaja también en el detrás de escena con la productora supervisando los shoppings e hipermercados donde cientos de familias se acercan cada diciembre a sacarse la foto de navidad.
"Mi hijo nunca ha sabido que me ha ido a visitar, jamás se dio cuenta de que a quien saludaba y le daba su cartita era su papá, jamás se dio cuenta. Y cuando lo ves se te cae una lágrima, no tengas dudas. Pero se te cae una lágrima aunque no sean tus hijos", recuerda emocionado Alejandro acerca de la infancia de su hijo que hoy ya tiene 30 años.
Durante todo este tiempo Alejandro se llevaba las cartas a su casa y a la noche las leía, de cada año conserva unas cuantas, nos dice que hay cartas de todos los perfiles: "Cartas en las que los nenes te piden que vuelvan a estar juntos su mamá y su papá, y otras con la la parte comercial, que quieren la play, la Tablet". Pero las cartas no se limitan solo a los niños, cada año mucha gente grande deja su carta pidiendo que haya paz, que el país mejore o por algún familiar que está pasando una enfermedad o un momento malo. "Yo creo que todos los grandes saben que no existe Papá Noel, pero si vos me preguntas yo creo que en algún lugar en cada uno de nosotros está Papá Noel, y está en que uno lo sienta de ese modo y nada más. Creo que quiénes escriben esas cartas las escriben en serio, porque tienen la ilusión de que tal vez ese pedido pueda cumplirse", reflexiona.
Alejandro asegura que como actor es uno de los personajes más lindos para hacer y con el que mayor cariño recibe.
La herida por la muerte de su papá aún sigue abierta, hace dos años que lo perdió, la voz le tiembla y se emociona con solo nombrarlo, "mi viejo se fue en el mes de octubre. En noviembre hablando con el chico que iba a hacer de Papá Noel le pregunto cómo se llama y tiene el mismo nombre de mi viejo, le pregunto la fecha de nacimiento y había nacido el mismo día". Alejandro todavía cree en la magia de la navidad.
Anécdotas navideñas
En su más de veinte años de experiencia Alejandro nota que la infancia ha cambiado mucho, tanto para bien como para mal: "noto un gran cambio después del 2001, la generación que nació en esos primeros años se sorprende cada vez menos. El otro día estaba recorriendo en un shopping y pusieron un buzón, entonces veo a una nena de 9 años que dejó la carta, le dio un beso al buzón y le hablaba. La primera impresión que tuve fue qué bueno, todavía se puede". Alejandro dice que son cada vez menos los chicos de 9 o 10 años que creen en Papá Noel, suelen acercarse más por el pedido de los padres para la foto que por la ilusión o la emoción de ellos, "es una lástima que se vaya perdiendo eso poco a poco, en lo personal lo veo como algo triste, pero es lo que está sucediendo y está en nosotros poder recuperarlo".
Los papás no pasan desapercibidos, si bien están los que cuentan que dejaron la carta, que tratan de seguir trasmitiendo la magia de la navidad, también están los que se enojan con Papá Noel en los minutos, ya pautados, de descanso para el actor: es su momento para ir al baño, tomar agua, "lo insultan delante de sus hijos, es una gran contradicción porque por un lado te acercas con tu hijo a sacarte una foto familiar pero por el otro lo insultas delante de toda la gente y fundamentalmente delante de los nenes", relata indignado Alejandro.
¿Qué se necesita para ser Papá Noel?
Alejandro destaca que se prioriza la parte humana por sobre el físico: "hay chicos que ya tienen su relleno propio o los ojos claros, pero yo prefiero más un actor que sea copado con los chicos y por supuesto que tenga un buen vestuario, relleno, una muy buena peluca y barba para que se vea lindo en la foto"
Hay quienes tienen su propia barba y el pelo blanco que lo cuidan y mantienen durante el año, por supuesto que es otro tipo de costo y los suelen contratar para casos más puntuales. También están quienes se ven muy bien en la foto pero no son tan buenos a la hora de entablar una relación con los chicos, pero a Alejandro le gusta ser ese, "el que entabla una relación aunque sea de pocos segundos, que el nene se vaya con esa magia. Contarle a los chicos anécdotas de los duendes, de si alguna vez bajó por la chimenea y se quedó atascado, cómo fabrica los regalos. El nene se va entonces con algo más que la foto, se lo ve que entró a un lugar mágico y se va con esa sensación. Yo aspiro a eso", por supuesto que tampoco niega toda la parte comercial que rodea a la navidad donde se busca que se vendan los productos. Es que él es realista pero, a la vez se preocupa y ocupa porque cada diciembre la magia de la navidad se mantenga intacta, ¿será un verdadero Papá Noel?
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