Cuando tu tatuaje no es lo que querías

Por Nazareno Brega / Fotos de Ignacio Sánchez

Si los tatuajes cuentan historias de vida... ¡qué mejor para narrarlas que una comediante especializada en stand up! María Virginia Godoy, a quien conocemos como Señorita Bimbo, nos habla de un fallido tatuaje que trató de reemplazar sus cejas y de haber compartido un tattoo con un ex. Y lo hace con la misma gracia que despliega arriba del escenario, en el espectáculo que la tiene de gira junto a Noelia Custodio, o todas las tardes en la radio FutuRock como compañera de Malena Pichot en Furia Bebé.

¿Cuántos tatuajes tenés?

Ayer justo me hice uno, así que siete. El primero fue a los 18: apenas pude tatuarme, me hice un “sí” en la mano. El segundo fue un gato de Jean Cocteau que en el contorno dice “club des amis des chats”. Después tengo una palomita en el brazo. Fuimos con mi amiga Suzy a la Bond Street muy fumadas y flasheamos que nos hicimos una paloma de Picasso. Parecía una buena idea, pero terminó siendo una paloma de mierda que se parece al logo de Dove. Así que le agregué otro tatuaje alrededor que dice “liberté, égalité, fraternité” porque no lo podía ver así. Parece más una historia de viejas fumadas que una de la juventud. También tengo un símbolo que diseñé yo, es un cuadrado con otro adentro y uno más atravesado por una flecha, algo medio alquímico, que lo tengo en la muñeca. Después hice lo que nunca hay que hacer, un matching tattoo con mi ex. Es un corazón gigante en el antebrazo derecho que dice “amor o nada”, así que por suerte se resignificó. Y ahora en el antebrazo izquierdo me hice un marco con una chica acostada mirando el cielo estrellado y hay dos manitos como en “La creación de Adán”, de Miguel Ángel, pero una sostiene un porro y dice: “Hija mía”.

¿Tuviste alguna experiencia rara?

¡Me olvidé de que tuve un tatuaje de cejas! De chica me las depilé sin querer, entonces me hice micropigmentación, pero ya se borró. Fui con una médica que era una especie de Giselle Rímolo toda operada y me empezó a hacer una raya en la ceja. Le dije que quería pelo por pelo y, como me dijo que no lo hacían, me fui caminando con una raya sangrando en la ceja por la avenida Santa Fe hasta la Bond Street. Ahí me las hizo un tatuador que conocía, pero lo guiaba como si fuera el Guasón con el espejo. Es una zona que cicatriza distinto, así que se borra bastante.

¿Te arrepentís de alguno?

El de los cuadrados no me gusta tanto cómo se ve y el significado igual me lo acuerdo siempre, no sé si hacía falta. Y el matching tattoo no lo siento tan mal porque fue una cosa más de vagancia de él para diseñar algo y, por eso, terminó copiando el mismo. No es tan parecido, pero por las dudas le voy a agregar otras cosas para que no quede tan cerca. Por suerte, no fue como tatuarse el nombre de alguien en el pecho, yo lo siento más como haberse hecho el escudo de Boca:amor o nada es una filosofía común que comparte mucha gente. Pero no me lo volvería a hacer.

¿Cuáles no te harías?

No me gustan las frases largas en el brazo ni tampoco esos dibujos old school que no tienen nada que ver con vos, pero quedan lindo. Como los de Cande Tinelli, que no sé si tendrán o no un significado, pero tiene una pieza en todo el cuerpo que se arma con varias partes. Me gustan mucho sus tatuajes, pero no me haría nada que no tuviera que ver conmigo. ¿Con cuántas personas tiene que ver un faro o un barco si viven en un edificio y nunca navegaron? Son cosas muy lejanas, pero se ven bien. En esa no caigo.

¿Qué parte del cuerpo nunca te tatuarías?

La cara, el cuello, las piernas y el pecho. Si tengo que actuar, todavía puedo disimularlos con alguna manga larga. Me pasó en dos pelis que los personajes claramente no estarían tatuados. Estuve mucho tiempo con el “sí” de la mano nada más que por esta cosa de ser actriz y pensar que pueden llamarte para un papel de época. Pero después te das cuenta de que eso no pasa y mandás todo a la mierda para tatuarte.

¿Cuál va a ser el próximo?

Quiero unas manitos haciendo el ovarian gang sign, pero que las manos sean de bruja, zombi o algún monstruo haciendo el gesto de los ovarios. Hay una parte del brazo cerca del codo que está muy blanco y ya me molesta.