Las razones por las que no hay que dejar enchufado el cargador sin el celular conectado
Existen potenciales problemas que se pueden evitar con tan solo desenchufar este elemento de la corriente una vez que no se esté utilizando más; los detalles a continuación
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Una práctica muy común a la hora de usar un cargador de celular es dejarlo enchufado una vez que se desconecta el dispositivo de la corriente. Esto parece algo inofensivo, sin embargo, tiene muchos riesgos que desconocemos.
¿Por qué nunca hay que dejar el cargador enchufado?
Existen muchos riesgos por los cuales nadie debería dejar conectado a la corriente el cargador. Los tres principales son:
- Consumo “fantasma” de energía: un porcentaje importante de la cantidad de uso de energía en un hogar se va en elementos que permanecen enchufados y en desuso. No siempre que se deja de utilizar algo, esto interrumpe el consumo de energía: los dispositivos, en general, queda en una especie de “modo de espera” en el que continúan absorbiendo electricidad. El cargador es uno de estos elementos.
- Sobrecalentamiento: al estar en constante intercambio de energía, conectado a la corriente, el cargador puede llegar a mostrar sobrecalentamiento. Si bien ocurre en una ínfima cantidad de casos, lo cierto es que, con las altas temperaturas y un cortocircuito dentro del mecanismo, todo el cargador podría ser la fuente de un incendio.
- Desgaste en el cable: otro de los problemas que puede generar el no desconectar el cargador del enchufe es que el cable, con todo el flujo de energía, puede estropearse o desgastarse. En el caso de lo segundo, al enchufar el celular, la carga puede ser inestable, lo que produce que se reduzca la capacidad de la batería del dispositivo, porque todas las baterías de litio tienen una cantidad limitada de cargas y, de esta manera, su ciclo de vida se ve afectado.
Según el ENRE: cuánto de más se paga de luz por no desconectar el cargador del celular
El fenómeno del consumo eléctrico en reposo, conocido comúnmente como “consumo vampiro” o “consumo fantasma”, es un problema que afecta a muchos hogares sin que los usuarios se den cuenta. Este tipo de consumo ocurre cuando los dispositivos electrónicos, aunque no estén en uso activo, siguen consumiendo electricidad simplemente por estar conectados a la red eléctrica. Un ejemplo representativo de este fenómeno es el cargador de celular. A pesar de no estar conectado a un teléfono, el cargador sigue consumiendo energía, lo que puede parecer trivial en el corto plazo, pero se suma a un gasto significativo a lo largo del tiempo.
De acuerdo con un informe del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), un cargador de celular genérico, cuando permanece enchufado sin estar conectado al dispositivo, puede consumir entre 0,1 y 0,5 watts por hora. Aunque esta cifra pueda parecer mínima, el impacto de dejar varios cargadores y otros aparatos conectados puede ser considerable. La acumulación de este consumo no deseado puede aumentar notablemente el consumo eléctrico total de un hogar y, por ende, inflar la factura de luz.
El ENRE recomienda desconectar cargadores y otros aparatos electrónicos cuando no están en uso para evitar este gasto innecesario de energía. Este sencillo hábito puede tener beneficios significativos, no solo en términos de reducción de costos de electricidad, sino también en la disminución de la huella de carbono. Al reducir el consumo de energía en reposo, se contribuye a la disminución de las emisiones de dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero que juega un papel crucial en el cambio climático global.
Además de los cargadores de celular, este tipo de consumo vampiro también afecta a una variedad de otros dispositivos electrónicos como televisores, computadoras, consolas de videojuegos y electrodomésticos. Según estimaciones de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL), este consumo puede representar entre el 5% y el 16% del consumo eléctrico total en un hogar. La magnitud de este porcentaje resalta la importancia de ser consciente del consumo en reposo y tomar medidas para minimizarlo, como desconectar dispositivos no esenciales y utilizar regletas con interruptor para cortar la corriente cuando no se necesite.
Tomar estas precauciones no solo puede llevar a un ahorro significativo en la factura de electricidad, sino que también contribuye a un uso más responsable y eficiente de la energía, ayudando a reducir el impacto ambiental asociado con el consumo eléctrico innecesario.
LA NACIONTemas
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