Qué tienen en común el casino y la ruleta con con las matemáticas, el esoterismo y las cartas del tarot
Diversos estudios sobre este popular juego de azar demuestran cómo se vincula su creación con el mundo de la magia, el ocultismo y las matemáticas
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La ruleta es uno de los juegos de casino más populares en la historia de este sector, pero lo que muchos desconocen es que tiene una curiosa historia detrás. Nace hacia 1645, y tal y como la conocemos en la actualidad, cuenta con una carga simbólica muy importante y unos estudios exhaustivos matemáticos que, sin ellos, seguramente no hubiera tenido el éxito registrado. Documentada en la Edad Media en tierras galas, en este artículo pondremos el foco en dos de los aspectos que se esconden detrás de la “ruedita”.
Tal fue la influencia de estos dos campos de conocimiento, que hoy en día todavía se mantienen algunas características del pasado, adaptadas a las exigencias del presente. La ruleta en vivo en casinos online como Betano con su salto a las pantallas, por ejemplo, provocaron una nueva forma de entender el juego, como la proliferación de las variantes clásicas y modernas o la posibilidad de vivirla en tiempo real, pero manteniendo la esencia principal que dotó de popularidad dicha actividad cuatro siglos atrás.
La inspiración de la Rueda de la Fortuna
Según apuntan muchos documentos de la época, este juego tiene como referencia la Rueda de la Fortuna, una de las cartas del tarot más conocidas y que representa el vaivén de la vida. Debido a sus semejanzas en el funcionamiento y a su significado, siempre se le atribuyó una relación con el mundo de la magia y el esoterismo. En esa época, este tipo de creencias estaban muy presentes en la sociedad y muchos las señalan como uno de los puntos de inspiración en su primera versión.
Incluso en el número de casillas encontramos una relación con ese universo. Blaise Pascal, matemático y físico que ideó el mecanismo donde gira la bolilla, creó un sistema de treinta y seis números perfectamente equilibrados entre ellos con el objetivo de que todas las unidades tuvieran las mismas posibilidades de ser escogidas. Por si fuera poco, la suma de todas ellas da el número mágico por excelencia, temido también en algunas culturas por la religión, como es el 666.
La conexión matemática, más allá de Pascal
El vínculo de la ruleta con las matemáticas, una de las ramas más reconocidas, va más allá del oficio y estudios de su creador. El sistema de apuestas de 36 números permite una gran cantidad de posibilidades que van desde las opciones del cincuenta por ciento, como la elección de par o impar y color rojo o negro, hasta los tercios por columnas o docenas. No hace falta comentar la opción de elegir también el número que así se desee, así como de otros aspectos que pueden aparecer en las versiones en línea y además con más innovación.
En esta actividad, más allá de la suerte, juega un rol fundamental la probabilidad. Es por ese motivo por el que hubo muchos estudiosos en la materia, cuyos conocimientos son aplicados a este juego de casino para tratar de obtener victorias. Una de las técnicas desarrolladas es la martingala, del matemático francés Paul Pierre Lévy, y consiste en apostar a una unidad y, en caso de perder, ir doblando la apuesta hasta que se acierte. En el momento que se consigue, se recuperan las pérdidas y se vuelve a empezar desde cero.
Jean le Rond d’Alembert y Leonardo Fibonacci fueron dos académicos de los números muy famosos en el campo de la ruleta y muy tenidos en cuenta al día de hoy. El primero, de origen galo, propuso una secuencia numérica cuyas apuestas deberían multiplicarse por dichas cantidades, empezando por el uno y siguiendo una serie que continúa por el 3, 5, 8 y así sucesivamente. El segundo, procedente de la ciudad italiana de Pisa, se basa en realizar pronósticos de grandes cantidades cuando se pierde y de menos en caso de victoria.
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