La escalera política hecha de libros

París.- La semana pasada, durante un cumpleaños sorpresa en la campiña francesa a tres horas de París, una amiga me contó que a su marido francés le había gustado el último libro de Bruno Le Maire. Lejos de ser un contemporáneo de Balzac o de Voltaire, o un referente de la novela negra tan exitosa en este país, Le Maire es un candidato del partido de derecha Les Républicains y disputará elecciones internas (primarias) en noviembre. Busqué sin éxito en mi memoria la imagen de algún político argentino con una lapicera en mano, y no para firmar decretos.

Vuelta a París, me fui corriendo a una librería. Quería al menos hojear este libro del que me habían hablado. La librera me preguntó: "¿Se refiere al último o a uno de los anteriores?" Descubrí que este diputado, ex ministro de Agricultura, había escrito otros siete. Le Maire no es único. Sobre las mesas ordenadas con los lanzamientos de este año que comienza en Europa, no muy lejos del último de Amélie Nothomb -saca uno por año desde 1992- se podía encontrar una obra por cada aspirante al trono conservador. Nicolas Sarkozy incluso oficializó su candidatura con el lanzamiento de un libro en el que detalla su programa para Francia. En el otro bando, el actual presidente François Hollande trazó un balance de 300 páginas que se suman a otras dos recopilaciones de entrevistas y a uno en el que relata su gestión.

Si bien la campaña presidencial francesa de 2017 se juega también en las librerías porque se considera que, a ocho meses de las elecciones, es lo que interesa a los lectores, lo cierto es que acá para existir como político es casi indispensable publicar un libro. Al menos para quienes quieran ser tomados en serio. A los ojos de los franceses, un libro bien escrito legitima a su autor. Y es una vara más familiar para los franceses. Les permite medir a los políticos en uno de los universos que los electores mejor dominan: la literatura. No por nada ya en 1988 François Mitterrand se dirigió a los franceses a través de una carta, "Carta a todos los franceses", para presentar su candidatura a un segundo mandato. Una tradición de la escritura que aún perdura. A los franceses les gusta que les hablen, que les expliquen a fondo los temas y que se les permita el debate. Poco sensibles a las promesas prácticas y a las soluciones concretas de sus problemas, priorizan los valores y la manera en que éstos son transmitidos.

Las obras de política y de actualidad son además una categoría económicamente interesante para los editores: según el instituto GFK, en 2015 representaron 2,8 millones de ejemplares. En esta rentrée littéraire, 560 libros nuevos desembarcaron en las librerías. Entre las publicaciones políticas, Todo por Francia, el libro de Sarkozy, lidera las ventas según la revista especializada Livres Hebdo. De la primera tirada de 200.000 ejemplares, 32.000 se vendieron en los primeros tres días. ¿Significa que el ex presidente liderará también el camino al trono? Si gana las primarias de su partido estará muy cerca.