La foto viral que muestra el punto en el que América y Europa se “unen” bajo el mar
En un lago de Islandia, un buzo se tomó una foto mientras tocaba las placas tectónicas de ambos continentes; la imagen se volvió viral en Twitter en cuestión de minutos
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A través de Twitter, un usuario mostró una muy curiosa foto, en donde un buzo logró capturar el momento justo en el que pone las manos en América y Europa al mismo tiempo.
La situación ocurrió en una localidad de Islandia, donde una falla permite sumergirse en aguas heladas y nadar entre las placas tectónicas de ambos continentes. A lo largo y ancho del mundo, hay infinidad de atracciones naturales y fenómenos que llaman mucho la atención y que dan que hablar. En nuestro país y en otras regiones del mundo, hay paisajes muy atractivos para conocer.
Sin embargo, no todos conocen este particular fenómeno que se vive en Islandia. Concretamente, el lugar donde se puede concretar este suceso es el Parque Nacional de Thingvellir. Allí se encuentra el lago Thingvellir, donde se da la fractura de la falla que divide las placas tectónicas de Europa y América.
Un buzo se metió allí y logró capturar una imagen que dio que hablar. Allí se lo puede ver con ambos brazos extendidos, mientras casi sin esfuerzo llega a tocar ambas placas. La foto fue difundida por el el periodista venezolano Francisco Poleo desde su cuenta @FranciscoPoleoR y desde entonces obtuvo miles y miles de interacciones. Más allá del disfrute al ver un hecho tan llamativo, muchos usuarios se mostraron sorprendidos al ver que efectivamente se podía tocar ambos continentes desde un solo lugar.
Por otra parte, algunos que conocían esta información también dejaron sus respuestas y plantearon sus dudas sobre las condiciones para llegar hasta ese punto. “No se puede permanecer tanto tiempo en las profundidades por riesgos a morir congelado. Debe ser una experiencia increíble”, “La dorsal centro atlántica” y “Solo te dejan estar 20 minutos”, fueron algunos de los comentarios que obtuvo. Por otra parte, hubo muchos interrogantes y discusiones sobre la profundidad que debió alcanzar el buzo para tocar ambas placas.
Es importante destacar que en cierta cantidad de tiempo esta aventura ya no será posible, ya que las placas tectónicas se separan aproximadamente 2,5 centímetros por año. Con ese ritmo, en el mediano plazo ya no habrá forma de recrear el momento que capturó este buzo.
Además de esta curiosidad, todo lo que implica adentrarse en el Thingvellir representa una actividad en medio de un paisaje paradisíaco. Dentro de la distancia que se les permite bajar los buceadores, junto con la curiosidad de las placas tectónicas hay una agua sumamente cristalina. Desde abajo y si la luz del día ayuda, se puede observar lo que hace la gente en la superficie. Lo complicado pasa por la temperatura, ya que como máximo las aguas rondan los cuatro grados en un día de verano.
Distintas agencias de turismo en Islandia ofrecen paquetes para poder tener esta experiencia. Además de buceo, también se pueden llevar a cabo otras actividades acuáticas similares como snorkel. Para quienes no se animen a enfrentar el frío y sumergirse de lleno en las aguas del lago, hay otras actividades que implican caminar por distintos senderos del lugar para disfrutar de la vista.
LA NACIONTemas
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