La hora de la merienda: la importancia de la tercera comida
Muchas veces creemos que es difícil poder tener una merienda saludable por el ritmo de vida que llevamos. En esta nota te contamos por qué es fundamental no saltearla y te damos algunas opciones fáciles y ricas para tener en cuenta.
Es una las cuatro comidas principales y nuestro organismo la necesita para funcionar de manera correcta. Si nos salteamos alguna comida, sobre todo la merienda, vamos a sentir más hambre durante la cena y esto provoca que comamos de forma voraz. De modo que, la primera clave es respetar el horario y merendar.
Las meriendas saludables son vitales para todas las edades porque proporcionan múltiples beneficios a nuestra salud: refuerzan nuestra energía, promueven el control de peso, regulan la ansiedad y activan nuestro metabolismo.
¿Cuáles son todos los beneficios?
- Mantener los niveles de glucosa estables
- Permitir que nuestro metabolismo funcione de forma correcta
- Disminuir la ansiedad
- Evitar el picoteo (alimentos no nutritivos)
- Mantener nuestros kilos de masa muscular (con dietas extremas, o de hambre los kilos de masa muscular suelen perderse de forma abrupta, en cambio, teniendo rutina de horarios y comidas saludables logramos preservar esta masa muscular)
- Nos ayuda a regularizar el colesterol en sangre
Lo que recomiendan los nutricionistas es combinar al menos 2 de los 3 macronutrientes que existen: hidratos de carbono, proteínas y grasas.
Siempre una infusión a elección y sumar una de las siguientes opciones:
- - Tostadas de pan integral (fuente de almidón: hidratos de carbono complejos de absorción lenta) + queso untable o queso fresco (proteína)
- - Granola (hidratos de carbono más fibra, idealmente sin azúcar agregada) + yogur descremado (proteína)
- - Panqueques de avena con claras de huevo (almidón y proteína) + queso untable descremado
- - Fruta fresca (fibra, vitaminas mineras y azúcar simple) + frutos secos (grasas saludables)
- - Tostadas de pan integral (almidón) + palta (grasas saludables)
- - Huevos revueltos (proteína) + frutos secos (grasas)