Las herederas del imperio Al Fayed

Da noche del 31 de agosto de 1997, cuando iana murió junto a Dodi en el Túnel del Alma. Camilla y Jasmine Al Fayed tenían 12 y 16 años, respectivamente, y no entendían con claridad la tragedia que se vivía a su alrededor. Su hermano mayor –y heredero de la enorme fortuna familiar– había muerto, y su padre se encontraba devastado.

De eso han pasado diez años y el recuerdo de esa noche se mantiene.

Hoy, las jóvenes se vuelven a cruzar con la familia real británica. Hace un tiempo, los hijos de Diana las invitaron a la misa que organizaron en recuerdo de su madre. Este simple hecho pretendió poner fin a una década de acusaciones y peleas entre su padre, el multimillonario Mohamed Al Fayed, y la reina Isabel de Inglaterra.

“El príncipe Guillermo y el príncipe Enrique estarían encantados de contar con su presencia y les mandan sus mejores deseos”, decía la invitación que los hijos del príncipe Carlos hicieron llegar a las hermanas Al Fayed. Según confesaron a la prensa, este mensaje las conmovió a ellas y a su familia, a tal punto que el patriarca autorizó a Jasmine y Camilla para que asistieran al evento.

Durante la misa en memoria de Lady Di, miles de ojos estuvieron fijos en Camilla, quien finalmente asistió a la ceremonia. Ella saludó afectuosamente a los príncipes y no emitió declaraciones una vez terminada la misa.

Los príncipes señalaron estar encantados con que las jóvenes asistieran, hecho que también ha valorado la prensa internacional, que interpretó el suceso como un gesto propio de una nueva generación.

Pero que nadie se engañe: las Al Fayed son mucho más que las hermanas dolientes. Muy lejos de malgastar la fortuna familiar, calculada en varios miles de millones de dólares, ambas han construido carreras propias y alejadas de cualquier escándalo. Jasmine se abre paso en el mundo de la alta costura debido a que es una exitosa diseñadora de modas, y sus trabajos causan furor en Londres, mientras que Camilla está haciendo su propio camino en la televisión con su programa de comentarios de modas.

Princesa del estilo

Cuando se anunció que aparecía la primera colección de modas de Jasmine Al Fayed, la prensa no dudó en catalogar este hecho como una excentricidad de millonaria. A mediados de 2002 la joven hija del dueño de la tienda de departamentos Harrods presentaba sus primeros diseños sin que nadie apostara una libra por ella. Bastó la primera pasada para que los críticos de moda quedaran con la boca abierta. Sus diseños eran sexies y como sacados de una fiesta de los ochenta, pero modernizados a la época actual, y de una cuidada confección. Al año siguiente, Jasmine inauguraba su casa de modas bajo el nombre de Jasmine Di Milo, y sus diseños ya decoran las vitrinas de las mejores tiendas del mundo.

Consciente de las críticas que causaría su irrupción en el cerrado y poco accesible mundo de la moda, Jasmine se preparó para hacerlo de la mejor manera posible. Estudió en la conocida escuela Saint Martins de Londres, de donde han salido los mejores diseñadores de Europa. Perfeccionista, se preocupa de cada detalle durante los desfiles de sus presentaciones. Esto ha valido que divas del cine, la música y televisión, como Liz Hurley, Victoria Beckham y Sarah Michelle Geller, se disputaran sus últimos diseños.

Mohamed, el padre, no ha querido estar ausente, y ha apoyado a cada minuto la carrera de Jasmine. Se preocupa personalmente de que en cada lanzamiento de las tiendas Harrods las estrellas usen ropa diseñada por Jasmine, mientras que en el primer piso de la casa matriz de la tienda está lleno de creaciones de su hija.

Además de buena diseñadora, Jasmine es muy buena para los negocios. “Necesitamos más mujeres que lleguen a la cima. Las jóvenes necesitan la inspiración que pueden brindar otras jóvenes”, han sido las palabras de Jasmine, consultada por su explosivo éxito.

Gracias a su talento y a sus confecciones, catalogadas por los expertos como una mezcla entre romántica y futurista, Jasmine ha logrado situarse como una de las jóvenes con más futuro en el mundo de la moda. Tanta ha sido la bonanza, que el año pasado el diario The Independent la eligió como una de las mujeres menores de 35 años más influyentes de Inglaterra y la prestigiosa revista Vogue la nombró “la mujer del futuro”. Pero ella no se marea con esta fama. Para Jasmine, antes que las telas, los alfileres y las agujas, está Delilah, su pequeño hijo de tres años de edad.

Tras la senda de Paris Hilton

A corta edad, la bella Camilla ya recorría las principales pasarelas eligiendo los imperdibles de cada temporada, lo que le permitió empaparse de lo mejor de la moda mundial. Hoy, a sus 21 años, ya tiene su propio espacio en un programa de la televisión inglesa, GMTV.

Las principales pasarelas y eventos del mundo son su fuerte. La joven se codea con las figuras más importantes del mundo; un ejemplo de ello es su gran amiga, Paris Hilton. Aunque a diferencia de la rubia estadounidense, Camilla evita cualquier exceso. Quiere aprovechar al máximo la oportunidad que la exitosa conductora inglesa Lorraine Kelly le dio en su show de televisión como crítica de modas.

“He crecido mucho con este trabajo. Para mí es un gran honor que Lorraine me pidiera reportear la moda desde Nueva York a París para su programa”, señaló la hermosa joven.

Al igual que su hermana Jasmine, y a diferencia de otras herederas millonarias, Camilla ha estudiado para llegar donde está. Luego de egresar del prestigioso colegio para señoritas Roedean College, ubicado en Brighton, la joven estudió actuación, carrera de la cual se graduó, y más tarde realizó varios cursos de moda en las principales revistas del mundo. Estos últimos cursos han sido de gran ayuda para su trabajo como comentarista.

La vida de estas jóvenes ha estado marcada por su padre, para quien la familia es un valor fundamental. Todos viven en la misma casa, una mansión de 200 hectáreas ubicada en Surrey, al sur de Inglaterra. Esto ha permitido que las hermanas se apoyen en cada proyecto que emprenden. Camilla fue la anfitriona de la última colección que Jasmine presentó en el Ritz, de París, propiedad de Mohamed.

Las herederas del imperio Al Fayed se las traen y darán mucho que hablar. De eso no caben dudas.

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