Para la tapa del mes del Mundial, en la redacción de Brando nos imaginamos a un Messi dibujado por Liniers. Y como Liniers ya había sido portada nuestra -allá por 2012, cuando lo retratamos en una bicicleta voladora en tierno homenaje a E.T.- nos pareció que podía gustarle la idea de estar, ahora, del otro lado.
Lo que sin dudas lo entusiasmó fue la posibilidad de hacer a su propio Leo, con una vaquita de San Antonio en el dedo, a modo de estampita o amuleto futbolero, que bien podríamos llevar en la billetera y besar frente al televisor.
Cuando le preguntamos en qué se había inspirado para hacerlo así, Liniers -que actualmente vive en Vermont, Estados Unidos- nos mandó este video. Antes de dar las pistas de su proceso creativo, quería contarnos cómo lo había conocido: la anécdota, no podía ser de otro modo, es muy graciosa.
Del boceto al resultado final, en tinta y papel, la nariz de Messi se iba achicando en cada ida y vuelta entre el dibujante y el jefe de Arte. Aquí el registro del proceso creativo:
Hay que reconocer que la prestigiosa revista The New Yorker se anticipó a la idea de que el dibujante argentino ilustre las tapas: ya hizo varias desde 2014, y sin duda son encantadoras. Pero ellos, digamosló, no lo tienen a Messi.
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