Me usan de “tacho de basura”: cómo evitar que todo el mundo deposite sus malestares en vos
¿Qué deberíamos hacer con las personas que nos utilizan de depósito?
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PARA LA NACION
Te invito a analizar en las siguientes líneas qué es lo que sucede detrás de esta expresión, la cual implica que alguien ha depositado en uno su malestar:
- Cuando una persona deposita en vos su malestar, te está tratando como si fueras un “recipiente de residuos”. Tal vez, te percibe como alguien con empatía y buena escucha, y te cuenta su historia de dolor durante horas. Al terminar de volcar toda su angustia, te saluda y simplemente te dice: “Adiós”. Detrás de esa persona, viene otra… y otra, y así sucesivamente. Es como si cada uno que se acercara a tu vida hiciera catarsis en vos y luego se retirara. Alguien que posee un alto nivel de empatía, por lo general, acumula, acumula y acumula toda esa escucha recibida; hasta que, un buen día, termina estallando.
- A veces, es la familia la que deposita en uno su malestar. Una primera variable aquí es la relación de pareja donde uno le dice al otro: “Sos lo peor que me pasó en la vida; sos la causa de todos nuestros problemas”. Es decir, que deposita todo su enojo y frustración en su compañero o compañera y cree que ese otro le arruinó la vida. Otra variable es cuando varios familiares depositan en otro miembro su malestar, lo cual en psicología se denomina “paciente identificado”. Dentro del sistema familiar, hay una “manzana podrida”. La familia entera, consciente o inconscientemente, considera que uno de los miembros es la raíz de todos los problemas o quien arruina a la familia. En realidad, todo el grupo familiar ha depositado su neurosis en una sola persona a la que ven como la “enferma de la familia”, el ser que provoca todos sus males.
- Aquel en quien el grupo familiar deposita su malestar, es llamado el “chivo expiatorio”. Por lo general, los integrantes de esta familia no se quieren o están enemistados. De modo que, para ocultarlo, colocan una cortina de humo (todo el malestar en alguien). Cuenta la historia que Pilatos y Herodes se unieron para matar a Jesús. No eran amigos, pero en ese momento específico se aliaron con un mismo fin.
- También puede ocurrir que el propio hijo sea quien deposite su malestar en los padres. Muchos chicos experimentan problemas e, incluso, ciertas enfermedades, porque a través de ese conflicto emocional buscan generar una distracción en los padres. Por ejemplo, los papás se pelean. Como consecuencia, el hijo pequeño presenta algún síntoma para desviar la atención de los miembros de esa pareja que está enfrentada y para que ambos cuiden de él. O quizás, el papá siente mucha angustia, o la mamá siente mucha melancolía, y ese niño hace algo inconscientemente para provocar un malestar (se accidenta, le va mal en el colegio, etc.). Así, logra que sus padres se “distraigan” de sus propios asuntos y lo atiendan. El síntoma tiene la función de distraer a los adultos para que le dediquen atención y tiempo al hijo. Es también una manera inconsciente de procurar cuidarlos del conflicto que existe entre los dos.
¿Qué deberíamos hacer en estos casos en los que nos utilizan de depósito?
Fijar límites para dejar en claro que es “hasta acá”. Es importante saber cuándo es “Sí” y cuándo es “No”; cuando es “Vamos” y cuando es “Ahora no”. Dicha actitud no nos va a limitar, como algunos creen; por el contrario, nos va a liberar de tener que cargar con el malestar de los demás.
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