Mercedes Von Dietrichstein: por los otros
Sus raíces tienen el sello de la nobleza europea, pero en la Argentina tuvo a sus hijos, se recibió de psicóloga y preside la Fundación del Hospital de Clínicas, ayudando a quienes transitan por esa emblemática institución
Alos 14 años -en plena Segunda Guerra Mundial, y sin hablar una gota de español- dejó su Viena natal y se instaló con sus padres en la Argentina. Acá la enviaron al colegio Mallinkrodt, pero abandonó porque el idioma era una barrera difícil de saltar. Mercedes von Dietrichstein se casó a los 19, pero a los 30 se decidió a rendir el secundario libre. Mientras criaba a sus cuatro hijos estudió Psicología en la UBA, y después trabajó en el hospital Borda.
Hoy es miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina, tiene consultorio propio, desde hace dos décadas preside la Fundación del Hospital de Clínicas y maneja las relaciones públicas de un importante empresario norteamericano. Al menos dos veces al año viaja a la República Checa para reclamar por las valiosas propiedades que quedaron dentro de la república y que les fueron confiscadas a sus padres, tendida la Cortina de Hierro del comunismo. Ahora, está ultimando los detalles del baile anual de la fundación, que será mañana, en el hotel Plaza. El objetivo es reunir dinero para continuar con las obras de asistencia al hospital, al que la entidad lleva donados más de tres millones de dólares, entre aparatos y salas.
De todo eso se ocupa esta mujer menuda y rubia, que vive en un departamento de Barrio Norte con su flamante marido, con el que se casó hace un año. Sin embargo, media nobleza europea cuelga de las ramas de su árbol genealógico. Su padre, Alejandro, de la casa de los príncipes de Dietrichstein, era hijo de la princesa rusa Olga Dolgorouky, pariente de los Coburgo y cuyo abuelo era primo de la reina Victoria de Inglaterra. Su madre era Mercedes Dose y Obligado, una argentina de familia aristocrática que durante una cena en París conoció al mozo heredero. Se casaron, tuvieron una hija y hubo perdices hasta que la Segunda Guerra Mundial los obligó a emigrar a la Argentina, donde Mercedes hija echó raíces.
Vivieron un tiempo acá, pero sus padres siguieron viajando por el mundo e intentado volver a sus propiedades confiscadas en 1945: un castillo en Viena donde hoy funciona un anexo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Austria -y donde nació Mercedes- y otro en Nikolsburg, en un pueblito llamado Moravia, rebautizado Mikulov. La vida de los Von Dietrichstein transcurrió en esa construcción de 500 habitaciones donde solían pernoctar sus amistades íntimas, como los duques de Windsor, el rey Alfonso XIII de España y el compositor Ricardo Strauss.
"La Argentina me dio mis hijos, mi carrera, mis amigos, mi trabajo, mi labor en la ONG -reflexiona-. Este es un país con gente que se rompe el alma trabajando y tratando de superar obstáculos. Sin ir más lejos, nuestra gran preocupación y de todas las ONG es el IVA. Nosotros donamos dinero al Estado y el Estado nos cobra el IVA, cuando lo que hacemos es cubrir sus necesidades. El Clínicas tiene menos presupuesto porque depende de la Universidad, es un hospital escuela y la gente estudia con los mejores profesores, que muchas veces donan sus sueldos sólo para que el hospital siga funcionando. Igual, todo lo que se hace es poco."
- Para saber más www.fundhospdeclinicas.com.ar