Fue una cita con la historia y nadie quisoperdérsela. Casi seis meses después de la abdicación de su padre, Akihito (85), Naruhito (59) y su mujer, Masako (55),fueron proclamados emperadores de Japónante la mirada atenta de la familia imperial y de importantísimos miembros de las monarquías europeas, que viajaron hasta allí para ser testigos privilegiados del comienzo de una nueva era –Reiwa o de la "hermosa armonía"– en el Imperio del Sol Naciente.
La coronación de Naruhito contó con la presencia de dignatarios de más de 190 países. Fue la ocasión perfecta para que reinas y herederas lucieran sus tocados preferidos
Tal como había anunciado el gobierno nipón en marzo de este año, la entronizaciónde Naruhito y Masako tuvo lugarel martes 22 y contó con la presenciade dignatarios y jefes de Estado de más de 190 países. Entre ellos, se destacaronlos reyes Guillermo (52) y Máximade los Países Bajos (48), Felipe (51)y Letizia de España (47), Felipe (59) y Matilde de Bélgica (46), Carlos Gustavo de Suecia (73), quien asistió con su hija Victoria (42), la princesa heredera, y los príncipes Carlos de Inglaterra (70), Federico(51) y Mary de Dinamarca. Todos "liberaron" sus agendas para ser parte de un hito tan memorable como lo fue la proclamación del nuevo emperador, el primero en ascender al trono tras una abdicación en doscientos años. Si bien su reinado comenzó el 1 de mayo (Akihito abdicó el día anterior), Naruhito accedió formalmente al Trono del Crisantemo en una solemne y tradicional ceremonia,seguida de varios ritos milenarios, cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo. Durante el acto, que duró media hora, el nuevo emperador recordó la labor de su padre durante las tres décadas que reinó y prometió trabajar por "la felicidad del pueblo japonés y la paz del mundo".
Naruhito fue coronado en el Salón de Estado (Matsu no Ma es el nombre original)del Palacio Imperial de Tokio, en un trono alzado y por momentos oculto detrás de una pesada cortina. A su lado, en un trono similar pero más pequeñoy más bajo, se encontraba su mujer, Masako, y, junto a ellos, los miembros de la familia imperial. Los invitados vivieron la proclamación en otra sala, ubicada detrás del patio central, llamada Shunju no Ma.
La entronización de Naruhito siguió ritos milenarios y fue similar a la de su padre, Akihito, que fue coronado en 1990 y abdicó al trono el 30 de abril de este año
Si bien la jornada fue larga y lluviosa,tuvo momentos memorables. La aparición de Masako con el tradicional juni hitoe –un kimono de ¡doce! capas– le quitó el aliento a variosy el grito del primer ministro japonés,Shinzo Abe, que cerró su discurso con la proclama "Tennô Heika Banzai" (algo así como ‘Larga vida a su Alteza Imperial’), fue emocionante.
Los looks de las reinas, quienes asistierona la cita con estilismos muy cuidados, merece un capítulo aparte. Así como Letizia actuó de embajadora de la moda española durante la ceremonia de coronación (llevó un vestido estampado de la cordobesa Matilde Cano y una vinchade la sevillana Nana Golmar), Máxima apostó por un vestido de su couturier predilecto, el neerlandés Jan Taminiau, para la cena de gala. La reina consorte de Bután, Jetsun Pema (29), también llamó especialmentela atención: además de ser la soberana más joven del planeta, es una verdadera belleza.
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