El encierro fomentó su creatividad. Xuxa, de impecables 57, no para. Está negociando con una importante compañía internacional para filmar una película sobre su vida. Al mismo tiempo, edita una serie documental con el material reunido en su última gira como cantante. Y siempre está latente la posibilidad de que vuelva con su programa para chicos. Pero el proyecto que la tiene más movilizada es la escritura de un libro autobiográfico. Sí, la Reina de los Bajitos escribe sus memorias. En una entrevista exclusiva con el periodista Leonardo Ribeiro, del medio Extra, contó cómo pasa sus días en cuarentena. "Soy inquieta, típica ariana. No tengo rutinas, gracias a Dios. Si tengo que hacer un trabajo, pienso en todo antes de irme a dormir. Clips, entradas, ropa, música… Todo. Pienso, pienso, pienso y todavía sueño", dice divertida.
Está recluida en su casa de Río de Janeiro con Junno Andrade (56), su novio. "Todo con él es más delicioso. Me divierte, huele bien, sabe bien, me quiere y quiere verme bien y feliz", asegura. Cuenta que desde que se volvió vegana, hace casi tres años, tomó las riendas de su cocina. El periodista destaca su modo de hablar, siempre de frente, sin tabúes, y le pregunta si es capaz de leer lo que piensa su interlocutor. "Ojalá. Si fuese así no me hubieran engañado tanto. Pero no es la primera vez que destacan mi forma de hablar, de mirar, dicen que asusta. En Argentina decían: ‘Cuidado con la mirada de la rubia’", responde Xuxa. Y aclara que siempre fue directa para hablar: "Siempre. Incluso en el Show de Xuxa (programa que estrenó Globo en Brasil en 1986) usaban una muletilla, dirigida a mí, que preguntaba: ‘¿Tenías que ser tan sincera?’. Y claro, con la edad los defectos tienen a empeorar. Si sigo así, a los 60 voy a tener la mitad de los amigos que tengo. [Ríe]".
–¿Antes de comenzar a escribir tus memorias, también tenías la costumbre de revisar el pasado?
–La verdad, no soy de mirar para atrás. Siempre olvido esta "historia de logros y sucesos". Si pienso en eso todo el tiempo, mi ego me puede devorar. Cuando miro el pasado, veo cosas increíbles y algunas truncadas: gente que me engañó, me usó, me robó y, a veces, profundizar ahí duele. Fueron muchos. Me reprocho haber creído tanto en los demás. Y parece que no aprendo. Vivo criando mosquitos que quieren hablar por mí, vivir mi da o pensar que son las personas más importantes en mi trabajo.
–¿Y cuál es el momento más placentero para revivir? ¿Los amores antiguos también tendrán espacio en tu libro?
–El nacimiento de Sasha, historias con mi madre, mi infancia… Amores pasados, pisados. Lo más importante es lo que vivo hoy. Pero sí, les voy a dedicar algunas líneas, porque son parte de mi historia.
A propósito de su película y el documental acerca de su gira, Leonardo Ribeiro pregunta si teme a ser olvidada en el tiempo, si ya piensa en su retiro. Y Xuxa contesta: "No sé si la gente me va a querer muy vieja frente a las cámaras… Tampoco sé si voy a poder quedarme tranquila en un rincón, yo trabajo desde que tengo 16 años. Todavía me queda mucho por hacer. Después sí, me va a encantar instalarme en algún lugar con mi viejito (por Junno Andrade) y mis mascotas, más cerca de la naturaleza, saliendo y esperando que jueguen mis nietos".
Sobre el final, habla del paso del tiempo:
"Envejecer es una m… –sentencia–. La gente quiere ver lo que existió en el pasado, pero mi presente es este: sin colágeno, claro que tampoco tengo el cuerpo ni el rostro de antes. No quiero asustarme y hacer cosas de las que después me arrepienta. Pienso hacerme una cirugía plástica algún día, pero para mí, no para la gente. Muchos ídolos murieron jóvenes y permanecieron hermosos para la gente. Yo no bebo, no fumo, no tomo drogas… No voy a morir de una sobredosis. Si no pasa nada anormal, llevando una vida sana y vegana, viviré mucho. Voy a partir cuando Dios lo quiera y espero que respeten su voluntad y la mía, de no suicidarme para vivir ‘joven y bella’ en la memoria del público", cerró Xuxa.