Reseña: La belleza del universo, de Stefan Klein

Esta vez la divulgación científica llega de Alemania. En un panorama dominado por autores norteamericanos, La belleza del universo. Las grandes cuestiones de la física como nunca te las habían contado, de Stefan Klein, vale por la novedad de origen y por algunos recursos narrativos eficaces.

Klein no es un recién venido. Estudió física y filosofía analítica en Múnich, Grenoble y Friburgo. Tras algunos años como editor de ciencia en Der Spiegel, eligió el trabajo free lance. Tiene en su haber tres best sellers: La fórmula de la felicidad (2002), El tiempo (2007) y La revolución generosa (2011). Y un estilo que ha ido madurando: sus trabajos son monográficos e interdisciplinarios, con una construcción en espiral que va recorriendo su objeto desde diferentes puntos de vista.

Klein parte de algo cercano y entrañable, como una rosa, para contar el origen de los elementos y la historia del universo. En este libro, la disciplina central es la física, pero hay incursiones en la filosofía y las religiones, así como en la literatura. También, pequeñas apariciones de la biología y la meteorología.

Y un poco de política. Nos enteramos así de que el receptor con que Arno Penzias y Robert Wilson detectaron en 1964 la radiación de fondo resultado del big bang está ahora en el Deutsches Museum de Múnich, como obsequio de Penzias a su ciudad natal, de donde debió huir de chico por ser judío, en reconocimiento al esfuerzo alemán por reconocer ese pasado atroz. También hay una discusión interesante sobre la inversión en ciencia básica, en relación con la búsqueda del bosón de Higgs. Para conocer, reflexionar y, una vez más, maravillarse.

La belleza del universo

Por Stefan Klein

Seix BarralTrad.: Albert Vitó i Godina255 págs./ $ 629