Reseña: Gracias por llegar tarde, de Thomas Friedman
Cómo aprender a bailar en el ojo del huracán tecnológico
A Thomas Friedman le gusta contar el origen del título de su libro. Una vez lo dejaron esperando 20 minutos en un restaurante y, cuando sus colegas llegaron disculpándose, los tranquilizó agradeciéndoles la demora, que le había permitido dedicar un rato a pensar y espiar un poco alrededor.
La pausa: esa es la metáfora que abre Gracias por llegar tarde. Cómo la tecnología, la globalización y el cambio climático van a transformar el mundo en los próximos años. Si la interactividad y el multitasking aceleran el ritmo del trabajo, del tiempo libre, de las relaciones, quizá nuestra respuesta deba ser detenernos de tanto en tanto a vivir el presente y considerar las opciones.
Con una carrera de casi 40 años en The New York Times y tres Pulitzer, Friedman es, sin duda, uno de los periodistas más influyentes de la actualidad. En sus inicios se dedicó a Medio Oriente, luego se concentró en temas internacionales y ambientales, con best sellers como La tierra es plana y Caliente, plana y abarrotada.
Profundizando esas líneas, en Gracias por llegar tarde habla de tres grandes fuerzas que están transformando el mundo: digitalización, globalización y cambio climático. Combinadas, suponen una aceleración de los cambios que supera la capacidad de adaptación de los seres humanos. ¿Cómo responder? "Lo que seguro no podemos hacer es frenar el progreso tecnológico ni abandonar la regulación", señala Friedman.
De la ley de Moore al smartphone, la Internet de las cosas, la cibervigilancia y el terrorismo: el libro evidencia pleno dominio de las cuestiones técnicas y buena densidad de análisis. Lo mismo puede decirse cuando Friedman se mete con los asuntos de la "Madre Naturaleza" (con mayúscula) para profundizar en cómo responder a la contaminación y el consumismo. También para reflexionar sobre la caja de Pandora que abre la biología sintética.
El estilo es elegante y, significativamente, un poco lento. La anécdota abre paso a la novedad, luego a la justificación y la documentación, algo de discusión, y cierre con moraleja. El tono es entusiasta, cálido, algo pedante.
Friedman comparte los valores clásicos del American dream: la superación por el esfuerzo, la integración de los inmigrantes, la innovación, la iniciativa privada. Y, claro, cree en el excepcionalismo norteamericano, posición que deja en evidencia tanto cuando habla de Silicon Valley o Hollywood (nombres de la casa que dominan el mundo), como cuando discute el ascenso de China. Una metáfora también importante en el libro es el huracán, convocado por las tres fuerzas del subtítulo. Friedman dice que no podemos pararlo, que tenemos que aprender a bailar en el ojo del huracán. La violencia de los cambios nos obliga a movernos rápido y coordinadamente: el modelo de sociedad que propone Friedman es el de pequeños distritos en que empresas, educación pública y formación continua ofrezcan herramientas y contención a los ciudadanos en momentos en que, según algunos estudios, el 45 por ciento de los empleos norteamericanos podrían quedar a cargo de computadoras.
Es curioso que un periodista liberal y tecnooptimista haga una propuesta inspirada en las comunidades conservadoras y fuertemente integradas del centro de ese país. Es, quizás, un gesto nostálgico, porque Friedman creció en Mineápolis.
De hecho, la última sección del libro se titula "Anclar" y narra el regreso del autor a su ciudad natal. Allí completa su argumentación. A la conocida imagen de un Estados Unidos dividido entre las dos costas progresistas y un interior atrasado, Friedman opone una transversal: la gran brecha, dice, "se da entre comunidades fuertes y débiles".
Estas ideas también pueden considerarse una respuesta a la avalancha Trump. En todo caso, Friedman habla de sentimientos y sentido de pertenencia. Una utopía imprevista, inesperada: si a la era de las manos siguió la del cerebro, sostiene, ahora es el turno del corazón.
Gracias por llegar tarde
Por Thomas Friedman
Paidós. Trad.: Rebeca Bouvier. 600 págs./ $ 569