Armas: se probaron las ventas a Croacia
Documento: un ex jefe militar argentino en ese país confirmó los comunicados que mencionaron la aparición del armamento; un dato omitido en la causa.
"Sí, lo que usted me muestra es uno de los primeros informes de mi batallón y ratifica que en 1992, apenas llegamos a la región de Eslavonia, en Croacia, comunicamos a la superioridad que hallamos armas argentinas en poder de los croatas. Creí que habían quemado todos estos informes. Lástima no haberlo tenido el año pasado cuando me citó el juez (federal Jorge) Urso."
Con estas palabras, el coronel mayor (r) Luis Hilario Lagos, ex jefe del primer Batallón Ejército Argentino (BEA) del cuerpo de paz de la ONU en Croacia, confirmó a La Nación la veracidad de tres carillas de un informe secreto de Inteligencia del Ejército, firmado por el capitán José Dobroevic, que recibió este diario en forma anónima. "Se redactó en mayo o junio de 1992", agregó Lagos.
El texto reviste importancia por varios motivos. Es el primer informe oficial conocido hasta el momento que advirtió a las autoridades sobre la presencia de armamento argentino en Croacia. Ni el Estado Mayor Conjunto de las FF. AA. ni el Ejército lo entregaron cuando el juez Urso requirió este tipo de documentos el año último. El motivo, según una fuente judicial, fue que se habrían incinerado.
Pero quizá lo más relevante es que pese a la luz roja que debería haber encendido el informe enviado al Estado Mayor del Ejército, dos meses después el presidente Carlos Menem efectuó una visita oficial a Croacia, el 27 de julio de 1992. De la gira participaron el entonces ministro de Defensa, Antonio Erman González, el canciller Guido Di Tella y el jefe del Ejército, teniente general Martín Balza.
Y el 3 de septiembre, un mes después de regresar, Menem firmó, junto con González, Di Tella y el ex ministro de Economía Domingo Cavallo, un demorado decreto secreto a Bolivia, que autorizaba a Fabricaciones Militares (FM) a venderle a La Paz un sorprendente arsenal de 51 millones de dólares.
Para la Justicia, ese decreto 1633/92, que no llegó a ejecutarse, brindó la cobertura al contrabando junto con otros tres decretos similares. En el de Bolivia aparecieron 18 cañones Citer de 155 milímetros, ausentes en la tramitación inicial del decreto.
La Argentina contrabandeó a Croacia los 18 cañones que figuran allí: 15 habrían pertenecido al Ejército, según el fiscal federal Carlos Stornelli.
En siete embarques marítimos efectuados entre 1991 y 1995 se enviaron ilegalmente a los Balcanes más de 400 contenedores con armas y municiones, al amparo de decretos presidenciales que consignaban destinos falsos, como Panamá (los dos decretos secretos de 1991) y Venezuela (el de 1995).
Las armas argentinas que hallaron el coronel Lagos y sus hombres en 1992 zarparon de Buenos Aires en septiembre de 1991 a bordo del buque Opatija, de la Croatia Line.
Fue el primer envío marítimo, concretado bajo el paraguas del primer decreto falso con destino a Panamá (1697/91), que comprendía 6000 fusiles FAL III y 9000 fusiles FAL IV que producía Fabricaciones Militares.
Pese al informe del BEA, a las comunicaciones verbales de Lagos a sus jefes y a otras advertencias, hubo seis embarques clandestinos entre 1993 y 1995, y otro decreto presidencial (el 103, de enero de 1995) con destino falso a Venezuela.
"Con el Escudo Nacional"
Una de las tres hojas que recibió La Nación en fotocopias también lleva la firma del capitán Dobroevic y reproduce el organigrama del "Grupo S-2 BEA/ONU", es decir el equipo de Inteligencia del batallón de Lagos. Como integraba una fuerza de paz, se llamaba Grupo de Información.
Su jefe era el mayor artillero Osvaldo Tosco, secundado por el capitán Dobroevic, traductor al croata, y los sargentos ayudantes Ramón O. Ledesma, Carlos Juárez, José Cura y Juan C. Torales, traductor al inglés.
El informe de Inteligencia se titula: "Secreto. Plan de Reunión de Información (2º Informe producido por el Grupo de Información/BEA a la Jefatura II Inteligencia del Estado Mayor General del Ejército)".
En el punto 4 de la página 15 afirma: "Se ha comprobado la existencia de armas argentinas, específicamente FAL, FAL Parac (de paracaidista) y PA 3 (pistola ametralladora), con el Escudo Nacional, la leyenda Fabricaciones Militares y número de serie, en poder de soldados croatas en la jurisdicción.
"Se sabe que dichas armas son de dotación en otras unidades fuera de la jurisdicción del BEA. (É) Llama la atención que algunas conserven las inscripciones, que no fueron observadas en armas importadas de otros países de Europa."
El informe de Balza
En octubre del año último La Nación publicó en forma exclusiva un documento secreto firmado por Balza el 21 de septiembre de 1992, en el cual respondió un requerimiento del Ministerio de Defensa y afirmó que se había confirmado el hallazgo de armamento argentino en Croacia y en Bosnia-Herzegovina.
La Nación publicó las fotocopias y más tarde recibió, también en forma anónima, los presuntos originales de la elevación del informe.
Tras la publicación, Balza, que hasta entonces había negado tener conocimiento de los envíos ilegales antes de que estallara el escándalo, en marzo de 1995, explicó que su informe se redactó a partir de artículos de la prensa serbia. Sin embargo, la fuerza ya contaba con el documento del primer BEA.
Cadena de advertencias
Los hallazgos se sucedieron apenas el coronel Lagos y su plana mayor pusieron sus pies en suelo croata, el 8 de marzo de 1992, con la avanzada del BEA.
Mientras relevaban el sector que se les asignó en Eslavonia Occidental, sorprendieron a "varios soldados croatas portando fusiles FAL en muy buen estado y con el escudo del Ejército Argentino, que es el Escudo Nacional con las letras EA: Ejército Argentino. Pensamos que tal vez eran los que quedaron en Malvinas", dijo Lagos.
"Informé en el acto a mi superior allí, el general Carlos María Zabala, comandante del sector occidental en Eslavonia de la Unprofor (fuerza de paz de la ONU integrada por más de 30 países). En poder de los croatas también encontramos munición de FAL que en las vainas tenían grabada la leyenda FMFLB (Fábrica Militar Fray Luis Beltrán, de Rosario) y el año de producción: 1990. Los croatas tenían munición más moderna que nosotros." Zabala es el actual jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Lagos también comunicó estos hallazgos a Guillermo Barttfeld, embajador argentino en Belgrado, capital de la Federación Yugoslava que a raíz de la guerra étnica estaba por reducirse a Serbia.
Cuando declaró como testigo en la causa por los envíos ilegales de armas a Croacia y a Ecuador, Barttfeld afirmó que tipeó un cable a la Cancillería con los dichos del coronel.
En mayo de 1992, Lagos volvió a Buenos Aires a buscar al resto del BEA, "y aproveché para poner al tanto al subjefe del Ejército, general Mario Cándido Díaz".
"Informé a Balza lo que me dijo el coronel Lagos", declaró Díaz el año último, cuando La Nación lo consultó al conocerse las primeras declaraciones que ahora Lagos amplió a La Nación .
Incineración
Cada uno de los ocho BEA que fueron a los Balcanes contaba con un equipo de Inteligencia. El año último una fuente militar segura confió a La Nación que varios informes de los BEA sobre las armas fueron quemados en el último cuatrimestre de 1998.
"Lo mismo me confió un camarada", agrega Lagos.
El oficial recuerda que el 27 de julio de 1992, luego de entrevistarse en Zagreb con el presidente croata Franjo Tudjman, Menem y su comitiva almorzaron con el BEA en Grubisno Polje, y que al día siguiente Erman González y Balza efectuaron una recorrida por todo el sector.
Los guiaba el oficial de operaciones del BEA, el mayor artillero Guillermo With. Casi dos años después, ascendido a teniente coronel, With asumió la jefatura del Grupo de Artillería 161 de Zapala, donde en marzo de 1994 fue asesinado el soldado Omar Carrasco. Hoy, With está en retiro y procesado por encubrir el crimen.