El Gobierno incorporará otros 114 empleados al organismo que controla la ley de medios

En la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), el organismos encargado de hacer cumplir la ley de medios, trabajan unas 1100 personas. Pero la inflación del número de empleados que tuvo el organismo -su antecesor, el Comfer, funcionaba con alrededor de 700 personas- no se detiene y ayer creó cinco comités de selección para contratar a otras 114 personas. La noticia se conoció por el Boletín Oficial con la publicación de la resolución 780/2015 dictada el 25 de agosto por la Afsca, ente que preside el candidato a vicegobernador bonaerense por el Frente para la Victoria (FPV), Martín Sabbatella.

La Afsca ya tiene tantos empleados que ahora necesita incorporar más gente que pueda coordinarlos, mientras otros controlan mejor los contenidos (hay una búsqueda expresada en esos términos: "evaluación de contenidos audiovisuales"), cobrar multas o se preparan para litigar en el fuero contencioso administrativo, entre otras de las funciones buscadas (en las que no falta un mozo).

En concreto, según se desprende del anexo de la resolución 780, la Afsca necesita cuatro personas para el área de recursos humanos: un asistente en administración de personal y otro en gestión de empleo; y dos profesionales, uno en "gestión de carrera de personal" y otro en "gestión de empleo"; otras 42 personas para ocupar posiciones administrativas (entre "responsables", "asistentes", "auxiliares" y un mozo o "asistente del servicio de cafetería y gastronomía", según se lee en el texto legal).

También busca ocho personas para las posiciones de "asistentes experimentados" en gestión de enseñanza, gestión presupuestaria, gestión de dictámenes y gestión de custodia de valores, en evaluación técnica de servicios audiovisuales, en gestión de autorización y licencias, en transferencia de licencias, y un asistente informático; dos abogados (uno dictaminante y otro especializado en contencioso administrativo) o dos auditores (uno operativo y otro económico financiero); además requiere profesionales en evaluación de contenidos audiovisuales, evaluación técnica de servicios audiovisuales, gestión de adecuación y transferencia de licencias, gestión de autorización y licencias y gestión de gravámenes.

Si bien la Afsca es un organismo colegiado, Sabbatella puede tomar estas decisiones porque el directorio del ente -integrado por siete miembros, cinco kirchneristas y dos opositores- le delegó esa función al presidente en el reglamento interno aprobado en 2010, cuando estaba al mando el actual vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto.

Con Sabbatella al frente desde octubre de 2012, la Afsca expandió su enorme burocracia en su sede porteña y la extendió a una treintena de delegaciones en todo el país, donde la mayoría de los cargos son ocupados por militantes de Nuevo Encuentro, el partido ultrakirchnerista fundado y presidido por el jefe de la Afsca que en 2009, paradójicamente, enfrentó a Néstor Kirchner en la elección legislativa que el fallecido ex presidente perdió en la provincia de Buenos Aires.

El año pasado, según informó en su momento el diario Clarín, la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) puso la lupa en la designación de más de 200 empleados durante la gestión del ahora compañero de fórmula del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el aporte del 8% del sueldo bruto que 84 empleados hacían al partido sabbatellista. Ese expediente lleva el número 30234/1310 y se inició en la fiscalía N°6.

Un preceptor en la Aftic

• Ayer también se publicó en el Boletín Oficial el decreto 1728/2015 con la polémica designación del preceptor y diputado provincial sanjuanino José Asad Peluc como integrante del directorio de la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y la Comunicación (Aftic), prima hermana de la Afsca.
• La Aftic tiene a su cargo todas las comunicaciones, desde el correo hasta el espectro radioeléctrico. Designado por la presidenta Cristina Kirchner, Peluc fue impulsado por el Frente Renovador de Sergio Massa a pesar de la falta de antecedentes en la materia que muestra el candidato y del reclamo opositor en el Congreso.