El oficialismo reconoce que el debate no pasará este año en el Congreso
La oposición advierte que el acuerdo trae riesgos para la industria y pide interpelar a Faurie y a Sica
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LA NACION
Difícilmente el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur se debata antes de fin de año en el Congreso argentino. El texto final aún no está cerrado y, además, las autoridades parlamentarias admiten que, por la campaña electoral, habrá muy pocas sesiones de aquí hasta las elecciones de octubre.
Más allá de la parálisis legislativa que provoca toda campaña, lo cierto es que el tratado entre la Unión Europea y el Mercosur es un tema denso y controvertido que requiere acuerdos amplios con sectores de la oposición para ser aprobado; sin embargo, el clima político actual no favorece la negociación, admiten las espadas oficialistas en el Congreso.
"El miércoles pasado, sin ir más lejos, la sesión de la Cámara de Diputados se cayó cuando se quiso tratar un acuerdo menor, el Protocolo de Cooperación y Facilitación de Inversiones Intra-Mercosur. Los bloques del peronismo kirchnerista y no kirchnerista se unieron para dejar sin quorum la sesión", apuntó un encumbrado diputado de Cambiemos, para concluir: "Este antecedente muestra lo complejo que es negociar cualquier tema en el Congreso en estos días de campaña. Por eso es difícil que el tratado UE-Mercosur avance antes de las elecciones generales".
Para complicar las cosas, distintas voces de la oposición ya anticiparon su escepticismo sobre los supuestos beneficios que el tratado traerá al país. En este sentido, el candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, advirtió en una entrevista con LA NACION que el acuerdo perjudicaría a la industria nacional. "Tengo la tranquilidad de que es un acuerdo diplomático, internacional, que tiene que pasar por el Congreso. Allí lo vamos a revisar", completó.
Por su parte, el diputado kirchnerista Guillermo Carmona, vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, enfatizó que, hasta ahora, solo hay un "acuerdo político" y que todavía se desconoce el detalle del acuerdo económico.
"En el peor momento de la economía en décadas, firman un papel que solo los presentes saben qué dice y festejan como si fuera la Copa del Mundo. Un paso más hacia el fin de la industria y el trabajo nacional. El Congreso deberá frenar este despropósito", dijo.
En similar sentido se expresó Ignacio de Mendiguren, del Frente Renovador y extitular de la UIA, que ayer presentó un pedido de interpelación para el canciller Jorge Faurie y el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica. "Para integrarse, tiene que haber una relación entre pares. Puedo competir con las mismas máquinas, pero cuando se pone en contexto, el metalúrgico alemán hace 20 años que tiene la misma macroeconomía, tasa de interés de 2% e inflación anual del 1,5%", enfatizó.
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