El PJ de Córdoba ya no logra disimular sus divisiones

CÓRDOBA.- Desde el círculo íntimo del gobernador Juan Schiaretti intentan bajarles el tono a los apoyos a la fórmula Alberto Fernández y Cristina Fernández de algunas figuras del peronismo local. Insisten en que son declaraciones "a título personal" y que la posición institucional es "militar la boleta corta" con la que el Frente de Todos irá a las PASO y a las elecciones de octubre, en las que la provincia renueva nueve bancas.

Caserio, elegido sucesor de Miguel Pichetto como jefe de bloque en el Senado, confirmó que trabajará por la candidatura del frente. "Personalmente trabajaré para la fórmula de Alberto Fernández, pero apoyando a los legisladores de Córdoba y tratando de que nuestros compañeros voten a nivel nacional", dijo.

A esa expresión se sumó la de Martín Gill, un exkirchnerista reelegido intendente de Villa María, esta vez por Hacemos por Córdoba: "Estoy dentro de la estructura del peronismo de Córdoba que lidera Schiaretti, quien marcó una estrategia clara: apoyar activamente la lista de candidatos a diputados de nuestro partido y libertad de acción para respaldar cualquier fórmula presidencial. En ese sentido, yo apoyaré la candidatura de Alberto Fernández". En declaraciones a La Voz del Interior, señaló que para la mayoría de los dirigentes peronistas "Macri es un límite". Aunque esto no cayó bien al schiarettismo, era esperado, ya que hace semanas que el gobernador es presionado por diferentes sectores para acercarse a Fernández. El congreso partidario intentó descomprimir la situación y ratificar el liderazgo de Schiaretti.

"No es lo mejor, una vez tomada una resolución institucional, decir a quién se acompañará para la presidencia, pero algunos lo hacen. Por decoro, habría que evitarlo", enfatizó a LA NACION un referente de la mesa chica del gobernador. La posición de una buena parte de los intendentes y legisladores provinciales se basa en la convicción de que si ganara Fernández Córdoba quedaría nuevamente aislada. Más allá de lo que admiten públicamente, no creen que la expresidenta se haya "moderado".