La jura de García-Mansilla: una ceremonia sorpresiva, sin invitados ni periodistas
Lo llamó Horacio Rosatti apenas terminó el acuerdo de jueces y fue caminando a los tribunales; asistieron un manojo de secretarios letrados y el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio
5 minutos de lectura'


Sorpresivamente, con discreción y en una rápida ceremonia casi sin testigos, ni siquiera sus familiares, el catedrático Manuel García-Mansilla juró como nuevo juez de la Corte Suprema de Justicia en comisión y ya empezó a acondicionar su despacho, el que ocupaba el exjuez Juan Carlos Maqueda.
Todo fue tan rápido y sin aviso previo que ni siquiera llegó a tiempo el fotógrafo oficial y las imágenes del acto fueron tomadas por uno de los presentes.
Los jueces de la Corte Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti se reunieron a las 10 en el habitual acuerdo de los jueves y analizaron el decreto presidencial que nombró a García-Mansilla y a Ariel Lijo como jueces de la Corte.

Entendieron que no hay ningún fallo del tribunal que hubiera cuestionando la constitucionalidad de la designación por decreto de ambos jueces, con el mecanismo de excepción que prevé el articulo 99 inciso 19 de la Constitución Nacional.
Y en el caso de García-Mansilla, decidieron, una vez concluido el acuerdo, tomarle juramento. Rosatti lo llamó directamente para invitarlo al Palacio de Justicia.
El magistrado -según fuentes del tribunal- dijo que estaba muy cerca y llegó caminando. Subió por el ascensor reservado para magistrados hasta el cuarto piso, donde fue recibido por sus ahora colegas de la Corte.
La ceremonia fue veloz y sin público. Le preguntaron si quería invitar a su familia y dijo que no, dijeron en el tribunal. Así, desde el despacho de Rosatti, entró en el contiguo Salón Bermejo por una puerta estrecha que sale detrás del estrado reservado para los altos magistrados.
Con Rosatti a su izquierda y Rosenkrantz y Lorenzetti a su derecha, apoyó la mano derecha sobre la Biblia y juró por los Santos Evangelios. Eran las 12.20 según el acta, que fue copiada e incorporada al libro de sentencias de la Corte a las 12.45.
Bajo el estrado, sentados en sillas tapizadas color rojizo, junto a las paredes de boisserie y bajo un techo de madera tallada, decorada con oro a la hoja, estaba el público, que se reunió para la ocasión. Todos de la casa.
Detrás de la baranda de madera lustrada, abajo del estrado, fueron testigos de la ceremonia el secretario de Justicia del gobierno nacional, Sebastian Amerio, y los secretarios y funcionarios de la Corte Silvina Oubel, Diego Seitún, Sergio Napoli, Luis Clerici, Gustavo Naveira de Casanova, Damián Font, Asunción Mabel Vieito Ferreiro, Fernando Arnedo, Elena Nolasco, Miguel de Lorenzo y Alejandro Rodríguez, además de empleados de las vocalías.
Ante la puerta principal del Salón Bermejo, que da al hall del cuarto piso del Palacio de Tribunales estaba reunida haciendo la batucada la Unión de Empleados de la Justicia Nacional. Fue un banderazo en reclamo de un aumento y en contra el traspaso de dependencias judiciales a la Ciudad. No se cruzaron con García-Mansilla.
El flamante juez, designado por decreto en comisión hasta el fin del corriente año parlamentario, fue conducido al que va a ser su despacho, el que ocupaba el juez Juan Carlos Maqueda, que dejó el cargo para jubilarse a los 75 años el 27 de diciembre pasado.
García-Mansilla comenzó a conversar con la gente del área de Arquitectura de la Corte para acondicionar su oficina, pintarla y disponer de los lugares que ocuparán sus colaboradores. Los empleados y letrados de las vocalías, sin contar a ordenanzas, son al menos una docena de personas que el nuevo magistrado puede nombrar.
La Corte ya difundió una foto oficial de los cuatro jueces que actualmente integran el máximo tribunal.
En el caso del juez federal Lijo, la Corte debe decidir si refrenda la licencia que pidió a la Cámara Federal y a la que el tribunal “hizo lugar”. Pero el problema es que el expediente con la acordada de la Cámara Federal protocolizada llegó a la Corte a las 16 del miércoles. En esa acordada se alude a los motivos que esgrimió el juez. Pero en el expediente no estaba adjunto el pedido de licencia de Lijo, que llegó a al Corte y se le dio entrada cuando los jueces ya estaban reunidos en el acuerdo.
Esa es la razón formal por la cual la Corte no trató a fondo el caso de la licencia de Lijo y la pospuso para la próxima reunión del 6 de marzo, cuando se volverá a tratar, ya con García-Mansilla sentado en la sala de acuerdos.
Con cuatro jueces en funciones, las decisiones administrativas necesitan 3 firmas para tomarse. Si uno de los jueces elige no firmar, pueden tomarse con dos votos.
No todos los jueces estaban contentos con la idea de posponer el debate de la licencia de Lijo hasta la semana próxima. Lorenzetti, que auspició su llegada al tribunal, hubiera preferido que la jura de este jueves hubiera sido doble y que su candidato fuera también ungido juez de la Corte.
Ahora se verá como se dan los alineamientos: Rosatti y Rosenkrantz, por un lado, y Lorezentti por otro, con García-Mansilla como quien puede sumar el cuarto voto o elegir no firmar. Un anticipo de lo que se viene en la Corte.
Otro escenario, que se conversó en los tribunales, es que la semana próxima algún juez entienda que son necesarios mas argumentos antes de aprobar o no la licencia de Lijo y que todo se posponga una semana más.
Aunque solo uno es juez de la Corte, García-Mansilla y Lijo estarán sentados el sábado junto a Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti en la Asamblea Legislativa.

Otras noticias de Corte Suprema de Justicia
- 1
Nueva agresión de Javier Milei contra Joaquín Morales Solá
- 2
A pesar de que no están en la Corte, un juez declaró inconstitucional los nombramientos por decreto de Lijo y García-Mansilla
- 3
Juan Grabois denunció que difundieron información “falsa” sobre su salud
- 4
“Valeroso” o “espantapájaros”, las emociones contrapuestas que Javier Milei desata entre los brasileños