Las tres espadas que elige el Gobierno para defender la reforma laboral
Se trata de Federico Sturzenegger, Julio Cordero y un funcionario de segunda línea de Desregulación y Transformación del Estado; el espíritu de la defensa y la posición de Balcarce 50
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Después de presentar la versión final de la reforma laboral, el Gobierno ya tiene decididos los tres nombres que oficiarán de voceros del proyecto de ley que se debatirá en el Congreso en sesiones extraordinarias. Se trata del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger; el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y el secretario de Transformación del Estado y Función Pública, Maximiliano Fariña.
Así lo confirmaron fuentes de Casa Rosada, mientras que otra de las voces consultadas apuntaron a que se trata de tres de las personas que “más y mejor conocen” la letra del proyecto que el Gobierno pretende acelerar en el Senado antes del fin de año, según confirmó Patricia Bullrich, jefe de bloque de La Libertad Avanza en la Cámara alta. Los ejes del proyecto de ley serán reducir cálculos indemnizatorios, limitar el derecho a huelga y contar con más facilidades para emplear y despedir personal.
La elección de Sturzenegger como una de las espadas del proyecto no es casual. Fue el representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de Mayo, de donde salió buena parte de la iniciativa o de modernización laboral. Es considerado el “cerebro” detrás del proyecto cuya versión final vio hoy la luz.
Stuzenegger habló de “un mercado de trabajo que permita mejores salarios y más empleo”. En otras declaraciones, apuntó a uno de los temas que, como adelantó este diario, se prevé que esté incluido en el texto final y que tiene que ver con limitar la discrecionalidad de los jueces en las decisiones “Si nuestra ley dice que se paga un salario por año trabajado, el problema no es ese; el problema es cuando los jueces te lo multiplican por dos o tres. Eso es lo que hay que acotar”, dijo.
Sturzenegger, sin embargo, no logró imponer en el proyecto una de sus banderas: prohibir los aportes compulsivos a los gremios, denominados en algunos casos “cuota solidaria”.
Cordero, abogado laboralista con más de tres décadas de trabajo en el grupo Techint, llegó al Gobierno en marzo de 2024, como segundo secretario de Trabajo del gobierno libertario, luego de la salida de Omar Yasin, que salió eyectado en el marco de las acusaciones cruzadas por el aumento salarial a los cargos políticos del Ejecutivo nacional, incluido el propio presidente.
Además de su rol en el área de legales de Techint, ocupó cargos en la Unión Industrial Argentina (UIA), que también tuvo un representante en el Consejo de Mayo.
Si bien Cordero no formó parte de ese grupo de representantes de distintos sectores, sí encabezó buena parte de las reuniones técnicas que se hacían entre cada uno de los cónclaves mensuales en los que se reunían los miembros del Consejo. Trabajó con ellos, sus asesores y abogados en el texto que se verá en las próximas horas.
Cordero tuvo como aliado en el diseño de la letra chica del proyecto a Miguel Ángel Punte, exnúmero dos de Jorge Triacaen el Ministerio de Trabajo de la gestión de Cambiemos y exgerente de Recursos Humanos de Ternium, del Grupo Techint. “La posibilidad de entrada y salida del mundo laboral es una esencia del sistema. Como en el organismo lo es comer y descomer”, dijo Punte hace unos años, en un intento de naturalizar las contrataciones y los despidos.
A diferencia del perfil más alto de Sturzenegger y Cordero, Fariña tiene bajo conocimiento a nivel público. Muy valorado en la gestión libertaria, es un cuadro técnico de mucha confianza de Sturzenegger, licenciado y magíster en Economía por la Universidad de San Andrés (UdeSA), especializado en comercio internacional, diseño de políticas públicas y evaluación de impacto. A nivel académico también se desempaña como profesor en la UdeSA y la Universidad de Buenos Aires (UBA).






