Macri justificó la compra de dólares y pronosticó "el fin del cepo" si es presidente

Lo conversó anteayer con sus economistas de confianza, agrupados en la Fundación Pensar. Pero fue ayer cuando Mauricio Macri decidió enfrentar al kirchnerismo en un terreno difícil: el de la economía. Para el jefe de gobierno porteño, la economía es un área que definirá buena parte de las elecciones presidenciales.

"En la Argentina no va a haber cepo (...) porque vamos a tener una moneda sana, sin inflación; la gente va a volver ahorrar en pesos y acceder a créditos para comprar una casa a 25 o 30 años", prometió Macri en declaraciones a radio Mitre.

La suba del dólar también fue parte central de su discurso. "¿Cómo no va a querer todo el mundo comprar dólares? Es obvio, es un Gobierno que miente en todos los campos de la vida", dijo el líder de Pro, y dedicó un párrafo especial al jefe de gabinete, Aníbal Fernández, que suele dirigirle duras críticas en sus encuentros diarios con la prensa.

"La cantidad de barbaridades que dice todas las mañanas. Uno cuando lo escucha a Aníbal Fernández entiende que el que nos toma por idiota es él", retrucó Macri, y lo definió como una "máquina matinal de fabular". Su contraataque fue un día después de que el funcionario kirchnerista afirmara que el juez Claudio Bonadio allanó las oficinas de Máximo Kirchner, en Río Gallegos, por pedido suyo.

El tratamiento de la coyuntura y cómo dar batalla en ese punto a un Gobierno que "agita el fantasma del miedo al cambio" es un punto de debate permanente en Pro. El lunes pasado, Federico Sturzenegger y Rogelio Frigerio, dos de los economistas de mayor confianza de Macri, conversaron con él y con su compañera de fórmula, Gabriela Michetti, para unificar el discurso en temas como el dólar, la inflación, energía e infraestructura, entre otros. Estuvo presente, además, Juan José Aranguren, ex presidente de Shell y sumado a los equipos económicos de Pro desde la Fundación Pensar.

Nueva estrategia

"La idea es salir con mayor fuerza a responder y dar ideas concretas sobre los cambios que proponemos", afirmó a LA NACION uno de los presentes en aquella reunión. Una de las propuestas conversadas con los técnicos y el equipo de comunicación es plantear la salida del cepo cambiario "desde el día uno del gobierno de Mauricio", en caso de llegar a la Casa Rosada. También se charló sobre "cambios gradualistas" de las políticas del kirchnerismo.

En Pro saben que la discusión con el kirchnerismo en el ámbito económico será constante. "Van a tratar de instalar que con nosotros viene el ajuste, los noventa, el neoliberalismo. Será nuestra gran batalla", reconoció otro operador macrista.

Más allá de lo discursivo, y preocupado por la suerte de Horacio Rodríguez Larreta en el ballottage porteño del domingo próximo contra Martín Lousteau, Macri se tomó un rato para volver ayer a acompañar a María Eugenia Vidal, su candidata en la provincia de Buenos Aires, en una recorrida por Pilar.

"En agosto vamos a dar una gran sorpresa en el país y muy especialmente en Pilar. Cada vez son más los argentinos y argentinas que apoyan esta propuesta de cambio", dijo Macri, junto con Nicolás Ducoté, candidato a intendente de Pro en esa localidad. Ducoté enfrentará allí al actual jefe comunal, Humberto Zúccaro, quien coqueteó con Sergio Massa, pero que se realineó en el Frente para la Victoria.

Mientras tanto, Larreta continuó con su agenda, que incluyó recorridas en un mercado de San Telmo, una animada charla con vecinos de Balvanera y una distinción al Congreso Judío Latinoamericano en la Legislatura porteña. Hoy tendrá su cierre de campaña, en la plaza Naciones Unidas, junto con Macri.

Por Jaime Rosemberg

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• Mauricio Macri

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