Mauricio Macri, cuando se retira la marea

• Warren Buffet, un icono del mundo financiero dice: "Nunca sabés quién está nadando desnudo hasta que no se retira la marea". Con esta frase inicia un editorial del Financial Times; se está refiriendo a los mercados emergentes, al fortalecimiento del dólar que hizo que se retirara de esos mercados para ir a activos que se ven más rentables y de mayor calidad.
• En el centro de ese conjunto de mercados o países, está la Argentina, y se pregunta qué es lo que quiso hacer el Banco Central , que utilizó 5 mil millones de dólares para conservar un valor del dólar que estaba muy atrasado, es decir, que estaba demasiado bajo.
• Poner después, derrotado en esa pulseada de divisas, una tasa del 40% que, según dice el Financial Times, no sabemos si es para calmar o para aterrorizar el mercado, es una jugada pretender usar las reservas para defender la moneda en una corrida que fue internacional.
• En el centro de la escena está Federico Sturzenegger, muy objetado por la prensa extranjera especializada.
• La pregunta es: ¿la cuestión se superó? No sabemos. Ayer el dólar empezó hacia la baja, pero después terminó subiendo en el mercado mayorista con relación al viernes pasado.

• Quiere decir que el problema no está superado y entonces surgen preguntas: ¿qué se quiso hacer? ¿tuvo sentido? Y, lo que se hizo, ¿sirvió para superar el problema o el problema sigue ahí?
• ¿Qué pasó con la economía argentina a partir de esta crisis financiera? Muchas explicaciones, básicamente tres, de distinta superficialidad:
• La primera, la más sencilla de todas: el Banco Central se equivocó de jugada durante la primera corrida; se movió mal y terminó perdiendo, poniendo la tasa en un lugar insostenible y deshaciéndose de una cantidad extraordinaria de reservas para defender un valor de la paridad cambiaria que no había que defender. Esta explicación es la más superficial, la más trivial.
• Están los que dicen que hay que mirar un poco más abajo: observar toda la conducta del Banco Central de Federico Sturzeneggerdurante estos años y, sobre todo, durante los últimos meses. No es fácil preverlo, no es fácil predecir cuál es su lógica, por lo tanto, no es tan claro qué es lo que está pensando de la circunstancia en la que le toca mover, no está tan claro su diagnóstico. El funcionario decía que no iba a intervenir el mercado de cambios, que la libre flotación era la que nos protegía de cualquier evento externo, pero terminó en los últimos meses interviniendo. Juraba por las tasas altas, se las hicieron bajar y las volvió a subir. En definitiva, un Banco Central que se mueve erráticamente
• Hay quienes no se conforman con estas dos explicaciones sobre lo que está pasando, sino que dicen que hay un problema en la política económica estructural. Y le echan la culpa, también, a la política monetaria al afirmar que las tasas tan altas produjeron un retraso cambiario que determinó un desequilibrio que es un extraordinario déficit de cuenta corriente, es decir, que le faltan a la economía argentina los dólares que necesita para funcionar en este régimen.

• Esto, que era anticipado hace meses por el exministro de Hacienda Alfonso Prat-Gay, ahora forma parte del discurso de muchos economistas que ven una política equivocada y señalan que es un problema de mayor dimensión y más estructural.
• Señalan que cuando en el mercado se retira la marea, se pone en duda si conviene seguir invirtiendo en ese país porque hay una opción más interesante, es decir, se retira la marea y aparece la fisura producto de las decisiones de los últimos dos años.
• Faltan dólares y estos dólares faltan por una estrategia del Banco Central que consistió en atrasar el tipo de cambio, llevar las tasas muy altas para bajar dramáticamente las tasas de interés.
• Y, ahora, lo que nos tenemos que preguntar y aquello por lo que nos tenemos que preocupar es, ¿cuáles son las consecuencias de esto que ha pasado?
• El mercado en dólares se ha cerrado para muchos países emergentes, sobre todo para la Argentina. Esto es importante porque durante doce años que tuvimos de kirchnerismo esto era intrasdescendente, claro, el país no se financiaba en ese mercado, pero ahora no sólo se financia, sino que la clave de bóvedas de lo que se llamó gradualismo era el acceso al crédito.
• Es decir, el Gobierno pensó en el primer momento en que ideó su política económica que un ajuste fiscal dramático no solamente era imposible sino inconveniente, porque iba a aumentar la recesión heredada del último período de Cristina Kirchner.
• Todo el discurso gradualista se basa en que no da nada en términos absolutos, sino en términos reales, es decir que, para el Gobierno, todo va a mejorar porque crecerá la economía. ¿Y si la economía no crece? No hay modelo. Por lo tanto, el Gobierno debe preocuparse por la tasa de interés porque la misma determina qué nivel de crecimiento tendrá la economía, que ya no es el que se prometía.
• ¿Qué se sacrifica? Clarísimo, la inflación, y acá está el problema. La promesa de dominar la inflación en dos años no se va a cumplir en el primer mandato de Macri.
• Ahora, la pregunta que se hacen muchos economistas dentro y fuera del Gobierno es, ¿esa promesa era correcta? ¿Haber apostado tanto desde el comienzo no fue un error?
• Se retiró la marea y apareció desnuda la política monetaria y la política económica de Macri, y aparece otra dimensión de la política económica: el método de Macri.
• Esto es una zona complicada porque los seres humanos a lo último que renunciamos es a nuestro método, eso está ligado no solamente a herramientas intelectuales y estrategias, sino que está relacionado muchas veces a nuestros miedos y a cuestiones emocionales.
• Lo que está siendo puesto a prueba no es tanto la inexistencia de un ministro de Economía –que mucha gente lo reclama-, sino un método de toma de decisiones que necesita el consenso de por lo menos siete personas: Mauricio Macri , Marcos Peña , Mario Quintana , Gustavo Lopetegui , Federico Sturzenegger , Nicolás Dujovne y Luis Caputo .
• Si no existe ese consenso, no hay medida, lo cual es muy difícil.
• A este problema se suma el de visiones enfrentadas: daría la impresión de que Macri no conoce demasiado que dentro de su gobierno hay visiones distintas respecto de la política monetaria, aunque debería saberlo.

• Entonces, primero tenemos un problema de política económica, segundo, un método, que también ha sido puesto en tela de juicio y, ahora, una característica principal del Gobierno que tenemos hoy en la Argentina, que es un gobierno de coalición con partidos que tienen formatos distintos.
• El Pro, que es un partido personal; un partido unipersonal, que es la Coalición Cívica con Elisa Carrió , combinado con un partido que desde la muerte de Raúl Alfonsín carece de un líder nítido, un partido horizontal, una maquinaria política tradicional, el radicalismo .
• Cuesta coordinar todo esto, es decir, no sólo cuesta coordinar el equipo de gobierno, sino que hay que coordinar la coalición gobernante.
• Esto es importante porque si Carrió o los radicales dicen que no están de acuerdo con algo, como las tarifas, no se le puede pedir a opositores que estén más cerca de la posición oficial de lo que están los aliados.
• El peronismo, que había escriturado que el 2019 era para Mauricio Macri , ahora con esta turbulencia empieza a conjeturar si no hay un espacio para un ballottage que fuerce al Presidente a discutir la reelección de manera menos tranquila de lo que lo venía haciendo hasta ahora.
• Quiere decir que ha cambiado no solamente la escena económica (se retiró la marea y aparecieron las fisuras) sino que, además, como consecuencia de esa variación, está cambiando el juego del poder, la configuración de la política y las relaciones entre los distintos actores.

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