Repsol analizó varias ofertas antes de la confiscación
Las negociaciones avanzadas con una empresas chinas habrían acelerado la decisión argentina
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MADRID.- Nunca imaginaron un final así, pero los principales ejecutivos de la aún Repsol YPF analizaron varias veces ofertas para vender los activos en la Argentina.
Más aún, cuando la presidenta Cristina Kirchner anunció la confiscación de la empresa el lunes pasado, en las oficinas de España estaba prácticamente anudada la venta de las acciones de Repsol en YPF a una petrolera china.
Y unos meses antes, una iniciativa de compra que encabezaba el empresario José Luis Manzano, ex ministro del Interior durante el gobierno de Menem, y en la que también estaban incluidas las provincias, también resonó en Madrid.
La venta a la petrolera china fue un procedimiento casi exprés. En Brasil conviven dos versiones sobre cuál es la petrolera que aceptó la compra.
En Repsol admiten que la empresa China Petrochemical Corporation (Sinopec Group), la más grande de ese país, acercó una oferta de último momento por las acciones de Repsol.
Sin embargo, fuentes que tuvieron participación en el proceso sostienen que también terció la China National Offshore Oil Company (Cnooc), que compró a cambio de 3000 millones de dólares el 50% de Bridas, la petrolera de la familia Bulgheroni.
La estrategia de venta se inició a fines de marzo. Asesores de Repsol convencieron al presidente de la petrolera, Antonio Brufau, de que la Argentina había cambiado y que aquel viejo acuerdo anudado con el ex presidente Néstor Kirchner no iba a ser respetado por los aires juveniles y revolucionarios de la nueva guardia del oficialismo que encarna La Cámpora.
El nuevo escenario
Hubo, justamente, una reunión que le graficó con crudeza a Brufau cómo era el nuevo tablero de poder.
En el verano pasado, en uno de los tantos viajes del empresario a Buenos Aires, se encontró con dos funcionarios de primer orden: el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido y su par de Economía, Hernán Lorenzino. Brufau se sentó delante de ellos dos. A la izquierda, con su clásico look informal y como si no quisiera participar de la reunión, se instaló el viceministro de Economía, Axel Kicillof.
Efectivamente, el joven economista no habló. Permaneció callado, mudo, dando instrucciones con su cabeza. De Vido y Lorenzino hablaban con Brufau y continuamente buscaban la venia de Kicillof. El viceministro, con suaves movimientos de su cabeza, asentía o desautorizaba a los ministros.
En ese contexto, a fines de marzo se puso en marcha la venta con la mira puesta en China. Si bien no llegó a viajar, fue el propio Brufau el que negoció en persona. Hay quienes dicen que el interlocutor chino fue el mismo con el que se negoció la asociación en Brasil.
En diez días los chinos dieron la conformidad a la operación. Desde hace tiempo, las petroleras orientales han mirado con atención a YPF. Conocen sus números y su potencial. También las particularidades de la Argentina a la hora de hacer negocios.
El precio que se puso fue de alrededor de 10.000 millones de dólares por el paquete accionario de Repsol en YPF.
Cómo avisar
Todo estaba de acuerdo. Empezó a gestarse entonces la etapa final. La pregunta era cómo lo comunicarían al gobierno argentino.
Estaba claro que Repsol no era el interlocutor válido para llevar semejante noticia a la Casa Rosada. De hecho, en su peregrinar a Buenos Aires desde diciembre hasta el domingo pasado, jamás fue atendido por la Presidenta.
Dado que las petroleras chinas son estatales, se decidió que fueran las máximas autoridades del gobierno chino las encargadas de comunicar la novedad.
Pero claro, no es tan fácil movilizar la burocracia china.
Los hechos se aceleraron y la noticia jamás se comunicó. Quizá la Casa Rosada se enteró de lo que se estaba gestando y aceleró la decisión de quedarse con las acciones de YPF.
El año pasado hubo otro intento de compra fallido.
La puerta la tocó José Luis Manzano. Iba por un porcentaje de alrededor de un 25% similar al que ya tenía la familia Eskenazi.
Manzano se presentó como gestor de una inquietud de los gobernadores de provincias petroleras que querían hacerse de una parte de YPF y empezar a tener mayor peso en la discusión petrolera grande. Los españoles escucharon y de inmediato se sondeó el proyecto en la Casa Rosada. Nada avanzó y la respuesta fue negativa. El proyecto quedó allí y nunca más se supo nada.
¿Repsol ya tenía decidido salir de la Argentina?, preguntó LA NACION a una fuente de la petrolera. "Pues no es así. Depende de cómo se lo mire. También podría verse de otra manera. La empresa era tan atractiva que continuamente acercaban ofertas de compra", contestó.
Ahora se abrió una nueva etapa en YPF. Los gobernadores, al menos en lo discursivo, tienen su parte aunque están y estarán afuera de las decisiones empresarias que, seguramente, serán digitadas desde la Casa Rosada.
Y las petroleras chinas, seguramente también tendrán un papel relevante en el futuro petrolero argentino.
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