El servicio de la inmobiliaria por llevar adelante la administración de una propiedad en alquiler puede variar dependiendo de lo acordado entre las partes
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La administración de un alquiler por parte de una inmobiliaria representa un costo adicional que muchos propietarios contemplan al momento de darle su inmueble a un corredor para ponerlo en el mercado. En Argentina, este servicio suele costar entre un 8% y un 10% del valor mensual del alquiler, aunque el porcentaje puede variar dependiendo del tipo de propiedad, la provincia y los servicios que se incluyan en la gestión.
Según Enrique Abatti, abogado y presidente de la Cámara de Propietarios de la República Argentina, “es importante entender que estos honorarios se calculan sobre el alquiler puro, y no sobre el canon locativo”. Es decir, se toma como base exclusivamente el monto acordado por el alquiler del inmueble, sin incluir otros valores como expensas, ABL, servicios o cualquier otro gasto que se cobre junto al alquiler.
¿Qué incluye la administración?
El trabajo de una inmobiliaria no se limita a cobrar el alquiler: su tarea también consiste en asegurarse de que el monto mensual sea abonado por el inquilino y posteriormente transferido o entregado al locador (el propietario del inmueble). Esto, dice Abatti, debe estar explícitamente autorizado en el contrato firmado entre la inmobiliaria y el dueño de la propiedad, donde también se detalla si la firma tiene la potestad de emitir un recibo provisorio “ya que el recibo definitivo debe ser otorgado por el locador”.

Además, el abogado explica que algunas inmobiliarias ofrecen un servicio más integral, que puede incluir la coordinación de reparaciones, la búsqueda de técnicos (como plomeros o electricistas), o incluso la gestión de reclamos con el consorcio. Este tipo de administración suele tener un costo mayor y es especialmente útil para aquellos propietarios que no residen en la ciudad donde está ubicada la propiedad.
“Cuando el locador no vive cerca del inmueble, lo más conveniente es delegar toda la gestión en la inmobiliaria, y en esos casos es común que se cobre el 10% del valor del alquiler”, explica Abatti.
¿Y qué pasa con los contratos?
Aparte de los honorarios mensuales, algunas inmobiliarias cobran un adicional por la redacción del contrato de alquiler. Este costo puede estar a cargo del propietario, del inquilino o dividirse entre ambos, según lo que se acuerde previamente. El monto no está regulado y varía entre las firmas.
También hay casos en los que la comisión por la administración se cobra en forma de un pago único: algunas inmobiliarias piden una mensualidad completa, o incluso dos, como honorarios por todo el período del contrato, en lugar de cobrar mes a mes. Aunque lo más común es cobrarlo o retener ese porcentaje mensualmente cuando se entrega el dinero del alquiler.
En definitiva, delegar la administración de un alquiler en una inmobiliaria puede simplificarle la vida a un propietario, pero tiene un costo que debe evaluarse de acuerdo con el nivel de servicio ofrecido y la complejidad de la gestión.
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