Para la masa: procesar las galletas con el cacao, las nueces, las semillas de amapolas tostadas y la manteca en cubos, hasta que quede un arenado liso. Cubrir con la preparación la base de moldes pequeños y reservar en el freezer por 30 minutos. En un bol batir 6 claras hasta espumar, agregar la mitad del azúcar impalpable y con batidora eléctrica batir a máxima velocidad hasta lograr una crema sólida. Incorporar el resto del azúcar y batir hasta conseguir un merengue firme. Dividir en dos partes iguales y reservar en la heladera.
Batir la crema a medio punto y reservar en dos partes iguales. Colocar el dulce de mora en una olla con jugo de naranja, llevar al fuego y entibiar. Agregar 10 g de gelatina hidratada, retirar la mitad de la preparación y mezclar en un bol con la mitad de la crema y del merengue. Mezclar con movimientos envolventes. Cubrir la mitad de los moldes y refrigerar por 3 horas. Mezclar el queso crema con la crema y el merengue restantes, la ralladura de quinotos y 7 g de gelatina. Unir los ingredientes con ayuda de una espátula de goma y volcar en los moldes. Refrigerar por 3 horas.
Entibiar el resto de la salsa de mora y cubrir los postres fríos. Volver a llevar al frío hasta que la preparación quede firme.