Si te gustan las mollejas entonces esta receta de mollejas crujientes con ensalada te va a sorprender. Porque salen blanditas por dentro y crocantitas por fuera, tal como se debe degustar una rica molleja. Pero antes te cuento un poco, por si no sabías mucho que son las mollejas, de dónde salen las reinas de las achuras. Achuras, cortes de casquería, entresijos: las vísceras del animal desde siempre fueron preciados manjares a la hora del asado. ¿Qué nos pasó que de pronto nos olvidamos de ellas? En los últimos años el consumo de achuras bajó muchísimo y no se sabe de dónde salió su mala prensa. Por suerte varios chefs de prestigio se dieron cuenta de la poca justicia que se les hacía a las mollejas y empezaron a crear recetas y presentaciones de lujo con esta glándula cercana al corazón o al cuello de la vaca. Eso es la molleja: una glándula - parótida o timo-, por eso es tan blandita y suavecita, siempre que sea de vaca o cordero; en el caso de las aves, las mollejas son músculos del estómago. Acá vamos con esta recetaza de mollejas crujientes con ensalada, un plato básico o una entrada para tu próximo asado, que no puede faltar.
Colocar las mollejas en una olla, cubrir con agua, vinagre y saborizar con una cucharada de sal gruesa, laurel, un ajo entero aplastado, granos de pimienta y la cebolla en cuartos. Cocinar a fuego bajo durante 35 minutos. Retirar las mollejas y dejar enfriar. Retirar la piel exterior y dorar de ambos lados en una sartén con una cucharada de aceite de maíz. Salpimentar y reservar.
Cocinar los espárragos pelados al vapor.
Dorar ligeramente los hongos limpios en una sartén.
Cortar las berenjenas en láminas y grillar de ambos lados.
En un bol mezclar espárragos, hongos en rodajas, berenjenas, tomates en láminas y hojas de espinaca. Salpimentar, condimentar con unas gotas de aceto balsámico y aceite de oliva.
Servir las mollejas junto con la ensalada de vegetales.
Para conseguir una mollejas de buena calidad la clave es tener un carnicero de confianza o adquirirlas en algun comercio gourmet. Hay muchos lugares especializados en estos cortes de carne: investigá, no compres cualquier cosa para evitar desilusiones.
Las mollejas de buena calidad tienen que comprarse frescas y cocinarse el mismo día, no es recomendable conservarlas crudas. Otro cuidado importante es eliminar toda la sangre que puedan tener en el interior: para eso hay que remojar las mollejas en agua con hielo durante varias horas antes de la cocción, cambiando el agua tantas veces como sea necesario hasta que quede cristalina.