Procesar los siete primeros ingredientes y reservar 1/2 taza de la mezcla.
Distribuir el resto entre la piel y la carne del pavo, especialmente por la parte de las pechugas y las patas.
Colocar el pavo en una asadera con rejilla y esparcirle por encima la 1/2 taza restante.
Volcar en la asadera 1/2 taza del caldo; cubrir con papel aluminio el pavo, para que se cocine sin dorar; y hornear moderado calculando media hora de cocción por cada kilo de peso del pavo (4 horas).
Seguir rociando de tanto en tanto la carne con el resto de caldo y los jugos de cocción.
Y pasadas 3/4 partes del tiempo de cocción, retirar el aluminio para que se termine de dorar.
Cortar zanahorias, cebollas, apio y morrón en brunoisse o cubos bien pequeños.
En una sartén poner un chorro de aceite y rehogar las verduras.
Cuando se hayan ablandado incorporar el choclo, las arvejas, salpimentar y cocinar unos minutos más.
Cortar el pan lactal en cubos de 1 cm; distribuirlos en una placa; rociarlos con aceite; y dorar en horno moderado hasta que se tuesten.
Retirar y mezclar con el rehogado de verduras tibio.
Servir junto al pavo.
Pelar y cortar los mangos, colocarlos en un bol y salpicarlos con la sal gruesa.
Cubrirlos con agua tibia y dejarlos reposar por toda una noche tapados por un lienzo.
Al día siguiente escurrirlos y reservar.
Aparte, mezclar el azúcar y el vinagre; volcar en una sartén grande y calentar a fuego moderado hasta que el azúcar se disuelva.
Incorporar en ese punto los mangos, el jengibre y seguir cocinando siempre destapado.
Cuando la preparación rompa el hervor, remover con cuchara de madera, bajar la llama y dejar cocinar en mínimo por 45 minutos más hasta que la mezcla espese.
Retirar y servir en salsera o vasitos individuales junto con el pavo.