Aunque parezca mentira, detrás del metal y de su aspecto moderno, esta casa de fin de semana envuelve una de las primeras construcciones de un antiguo barrio cerrado de Canning.
La obra tenía que estar lista en nueve meses y en el terreno todavía permanecía parte de una de las primeras viviendas construidas en el country. Para esta casa de fin de semana, los arquitectos decidieron conservar la estructura existente y ampliarla con un esqueleto metálico (liviano, más económico que uno de material y rápido de ejecutar) que da lugar a la escalera y a espacios nuevos.
Nuevo cuerpo metálico
"Para cumplir con el programa, sumamos un gran voladizo que, si hacíamos de hormigón, hubiese demandado mucho más tiempo y dinero. Optamos por diseñar una estructura de acero, revestida en chapa, que recorre e integra la casa, y es un reflejo de nuevas tecnologías", explica la arquitecta Inés González Morero, de OMH Arquitectos, el Estudio a cargo de la intervención, en un desarrollo del Estudio Dayan y con el trabajo de OGA Construcciones.
Los clientes no querían conservar el ladrillo a la vista como revestimiento exterior, sino que les gustaba la estética del hormigón visto. Por eso usamos microcemento gris, para imitar la piedra "
Planta baja: abierta y en conexión con el verde
Al desafío del tiempo, se le sumó otra premisa innegociable: que la planta baja fuese libre y estuviese integrada por completo con el jardín. La respuesta fue el cuerpo metálico envolvente, que permitió construir ventanales de gran tamaño y acelerar notablemente los procesos, apoyada en la base generosa dada por el pasado.
La construcción original tenía varias divisiones internas, que fueron eliminadas para que los espacios de la planta baja se fusionaran en un ambiente único, donde la familia pudiera recibir varios invitados.
La decoración es homogénea entre ambientes. La mesa ratona y la de arrime (Fred) del living son brillosas, como la del comedor, para reflejar el espacio y las luminarias. Las paredes del lado largo se pintaron de negro, por dentro y por fuera. Se apuntó a que pasaran desapercibidas, para destacar el centro de la casa, blanco.
Un cielo estrellado
Los muebles de la cocina y la parrilla (diseño conjunto entre OMH y Carpintería Correa) se laquearon en negro mate. La excepción fue la alacena, que se enchapó en roble fumé, al igual que la barra. Así, el sector donde se come se diferencia del resto de la isla, que tiene mesada de cuarzo.
En el cielo raso negro se empotraron pequeñas luces dimerizables que imitan un cielo estrellado y son reflejadas por la mesada de la isla. El patrón de luces se repite, en espejo, en la galería. El piso de porcelanato interior ‘Smoke Wood Polar’ (ILVA) se colocó con el lado largo –de 120cm– en dirección al jardín. Las cortinas (Confort-Art) son plegables y se abren por completo, hacia los lados, para no interrumpir las visuales. El sistema de rieles fue especialmente diseñado para los 12m de ventana.
"Elegimos un techo de vidrio para conectar la parte vieja con la ampliación sin que la galería oscureciera el interior, donde predomina el negro".
Planta alta: sector de quietud
Acá, continúan los efectos de iluminación. Por pedido de los clientes, una luz led rodea el espejo del baño, que parece flotar. Para las paredes se usó porcelanato ‘Calacata’ (Vite Porcellanato). La bacha ‘Cuadra’ (Ferrum) dialoga, por oposición, con el espejo circular (Tensocable), y se apoya sobre un vanitory (OMH Arquitectos) enchapado en roble fumé y que se despega del piso. La grifería es ‘Dominic’ (FV).
Contrafrente: espacio de relax al aire libre
"La ampliación en metal y chapa fue una solución más rápida y más económica que hacer el refuerzo de las fundaciones, el encofrado, la estructura de hormigón. Y otro ahorro de tiempo y dinero, por supuesto, fue conservar la construcción existente", explica la arquitecta.
Para consolidar la vinculación con el exterior, el piso de la planta baja se continuó con un solado de igual color y tamaño, que llega hasta la nueva pileta, pero que es atérmico y antideslizante.
El juego de living (Ananda) tiene una línea similar al mobiliario interior. Las aberturas de aluminio negro (El Palmar) acompañan el color del esqueleto metálico y de la chapa galvanizada (Decor-Alum), y contrastan con el gris topo elegido para el microcemento exterior (Duro Pisos), que fue reforzado con laca.
Dada la proximidad con los vecinos, se decidió resguardar la privacidad en los laterales, que se diseñaron casi ciegos. De un lado, se colocó la escalera y, del otro, el área de servicio con la parrilla.
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