Este ambiente pasó de ser casi un pasillo a convertirse un espacio sumamente luminoso, con muebles funcionales y detalles que enamoran.
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Para agrandar esta cocina, el estudio Von Mädchen propuso tomar parte del balcón-terraza con un cerramiento metálico con vidrio laminado en paños fijos y de abrir. La mesa extensible marca el espacio del comedor diario, que se convirtió en el rincón favorito para comer, juntarse a charlar y también trabajar. En gris ‘Ónix profundo’ (Alba), las aberturas tienen vidrio laminado de seguridad, mientras que el techo es de fibra de vidrio, resistente al granizo.

Para filtrar la luz, el cerramiento tiene un sistema corredizo de media sombra y, cada paño, su propia cortina roller.

La pared blanca y el piso granítico claro resaltan la silueta de las sillas, una blanca y otra roja. Para terminar de darle identidad y entidad al comedor diario, una lámpara de chapa que proyecta un haz de luz cálida sobre la mesa. La salida de la estufa, que estaba en el living, se extendió hacia adelante y de esa manera se calefacciona la cocina. En verano, el ambiente es fresco gracias a la ventilación cruzada.

La cocina tenía la mitad del espacio, eran angosta como un pasillo y no entraban dos personas. Cuando proyectamos la reforma con la dueña de casa, la prioridad fue la economía de recursos, uno de los pilares de nuestra forma de trabajar.”
— Ruth Bachner, arquitecta del estudio von Mädchen

Para la isla, se mantuvieron las instalaciones de agua y gas y se duplicó el tamaño de la mesada. Hacerla fue todo un desafío, porque se trata de una sola pieza de granito en forma de U que costó cortar y mucho más subir por el ascensor. Debajo, se hizo un mueble de MDF laqueado en gris claro que ofrece espacio de guardado en sus tres lados.

Brenda, la dueña de casa pensó en el pelaje de Benito, su gato, cuando eligió su nueva mesada de granito ‘Black Cosmic’.
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