El estudio Planta, de Irene Joselevich y Ana Rascovsky proyectó una remodelación que optimizó cada metro cuadrado de esta propiedad en Barrio Parque.
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“Mi vieja es la diosa de los detalles; a mí me tira más la parte conceptual, el pensamiento abstracto”, explica la arquitecta Ana Rascovsky sobre el trabajo con su madre, Irene Joselevich, en Estudio Planta. Esa dinámica se refleja bellamente en la remodelación de esta propiedad en Barrio Parque, oasis palermitano cuya excepcionalidad hace valer cada metro cuadrado.

“Es como un pueblito dentro de la gran urbe, con calles tranquilas y silenciosas; al mismo tiempo, estás en la mitad de la ciudad. Es un lujo como manera de vivir y eso es lo que a nosotras nos interesa”.

El objetivo de la intervención fue lograr el máximo rendimiento a través de un programa en altura: ambientes sociales en planta baja, niños en el primer piso y padres en el último nivel. También, abrieron techos y paredes, conectaron el área de trabajo y de servicio con una escalera exterior y se aseguraron de que tuviera parrilla y pileta.

Al tratarse de una planta compacta, fue necesario airearla o “esponjarla”, como dicen las arquitectas. Entonces, incorporaron patios en la entrada y entre el living y el comedor, además de abrir ventanas donde fuera posible.

Para compensar los 2,2m de altura del viejo lavadero, se bajó el nivel del piso dos escalones.

"“Antes se vivía con menos luz”, señala Ana Rascovsky, encargada de transformar una sucesión de ambientes estancos en un nuevo programa de impronta moderna en conexión con el exterior."
Arq. Ana Rascovsky, codirectora de Estudio Planta, a cargo del proyecto
La cocina
La cocina conservó su ubicación original hacia la calle, dejando los ambientes sociales al fondo. “Queríamos que el living-comedor diera al patio con pileta, para enfatizar la sensación de casa”, apuntan las arquitectas de Estudio Planta.

Qué se hizo
- En la entrada se abrió un patio y se instaló un ascensor.
- La cocina mantuvo su disposición sumando nueva isla y mobiliario.
- El patio cambió su antiguo jacuzzi por una pileta, y sumó la escalera que une los tres niveles por afuera.
- Demoliendo un tabique, se integraron el comedor y el living. También se rediseñó la lucarna del primero y se abrió un patio entre ambos.
- Antiguamente inhabitable y con un cerramiento precario, el último nivel hoy aloja la suite con escritorios y terraza privada.
- “Trabajamos mucho la paleta buscando distintas variables: celeste para la cocina, verde en el hall, el patio negro. Los colores tienen importancia para definir cada ambiente”.

“Es una gran casa en un pequeño lote, por eso cada espacio debió rendir al máximo. Con ese fin, los elementos fueron diseñados como objetos escultóricos, para estar a la vista”, resume Rascovsky.

En la terraza
La vieja terraza se transformó en un multiespacio donde, además de la suite con expansión exterior, los dueños tienen sus lugares de trabajo con acceso independiente a través de la escalera del patio.

La escalera caracol de chapa lisa (Magyp) que veremos en detalle en la foto siguiente comunica con el lugar de trabajo del dueño de casa.

“¿El hit? La piletita. Dudamos mucho si incorporarla o no, pero hace que esto sea una casa con jardín, aunque sea mini. Es un lujo total en medio de la ciudad”.

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