Ni la palabra de Dios lo salvó: Dumbo, el narco que fingió morir y lideró una banda feroz, condenado a 32 años de cárcel
Raúl Martín Maylli Rivera fue declarado reincidente y se le fijó una pena única de 32 años por narcotráfico, homicidios y privación ilegal de la libertad, tras probar que lideró una organización que operaba en Villa Lugano, Bajo Flores y Villa Fiorito
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Antes que Pequeño J, alias por el que se conoce a Tony Jenzen Valverde Victoriano, ocupase un lugar en la lista de más buscados, otro narco peruano tuvo el rol de enemigo público N° 1 mientras se movía por los mismos territorios de la región metropolitana que transitó el joven de 20 años que es el principal sospechoso por el triple crimen en Florencio Varela. Se recuerda más su apodo que su nombre. Es Dumbo, aunque su documento lo identifique como Raúl Martín Maylli Rivera. Estuvo prófugo, fue capturado en Lima y extraditado. Ahora recibió una pena de 18 años de prisión por venta de drogas y la condena previa a 22 años por homicidio llevó a una unificación de sentencias que lo mantendrá en la cárcel durante 32 años.
Se lo conocía en la villa 1-11-14 como ladero de Marco Antonio Gonzales Estrada. Durante el juicio se reveló que la organización de Dumbo surgió como un desprendimiento de la banda encabezada por Marco Estrada Gonzáles, alias “Marcos”, histórico líder peruano del narcotráfico en ese barrio de emergencia. En un audio incorporado como prueba, el propio imputado reconoció: “20 años he caminado con ellos”, en referencia a su vínculo con esa estructura criminal antes de independizarse y expandirse hacia Villa Lugano y Villa Fiorito.

Quedó a la intemperie cuando fue señalado como autor intelectual de las balaceras constantes en el barrio Padre Mugica que llevaron la atención pública a Villa Lugano. Era un hombre de disparo fácil. Su método era imponer el temor. Cuando su organización criminal fue desarticulada, los policías encontraron en sus guaridas varias ametralladoras FMK 3, escopetas y pistolas con silenciadores.
La acusación detalló que la banda liderada por Dumbo funcionaba con una estructura organizada que incluía “marcadores” para alertar sobre la presencia policial y custodios armados que exhibían sus armas de forma intimidante. Para impedir el ingreso de vehículos, desplegaban barricadas improvisadas con tachos de basura, heladeras y sillones en las calles. Según los fiscales, la mayoría de los compradores eran requisados antes de ingresar al sector donde se realizaban las transacciones.
Su historia reciente derivó en una inesperada confesión en la audiencia anterior. “Fui líder de esa banda. Privado de mi libertad encontré la palabra de Dios. Eso me llevó a buscar una nueva vida”, dijo al confesar sus crímenes.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOCF) N°4, integrado por los jueces Néstor Costabel, Ricardo Basílico y Fernando Canero decidió ayer la condena a 19 años de prisión, en línea con el pedido del fiscal Marcelo Colombo, según informó el Ministerio Público Fiscal en su página de noticias.
El TOCF N° 4 lo declaró reincidente y fijó una pena única de 32 años de prisión, que unifica la condena previa por homicidios y privación ilegal de la libertad agravada con la actual por narcotráfico. Los jueces dispusieron además el decomiso de las drogas secuestradas y remarcaron como agravantes la intervención de menores de edad y la operación en inmediaciones de espacios deportivos. Los fundamentos del fallo se conocerán el 13 de octubre.

Dumbo manejaba hace pocos años atrás una estructura criminal con elevado poder de fuego y fuerte peso económico. Además de las armas mencionadas, la investigación que llevó a este narco a juicio estableció el piso de dinero que movía su organización delictiva. “Colombo detalló el contenido de cuadernos secuestrados en la causa que daban cuenta de la contabilidad de la banda, la asistencia de sus miembros, los ingresos y las ventas realizadas. Según precisó, en una de las semanas del período investigado la organización recaudó alrededor de 84 mil dólares por la venta de cocaína y cerca de 49 mil dólares por la de marihuana”, precisó el Ministerio Público Fiscal.
Para los investigadores que trabajaron bajo las órdenes del fiscal Diego Iglesias, a cargo de la Procunar, la organización de Dumbo tenía dominio territorial en un sector del barrio Padre Mugica -especialmente en inmediaciones de la platea 11-, en el asentamiento Bermejo del barrio de Villa Lugano y en el Barrio 1-11-14 del Bajo Flores, al menos entre noviembre de 2018 y octubre de 2022.

Para evitar a la Justicia y aprovechando la pandemia de coronavirus, Dumbo había intentado engañar a los agentes que estaban tras sus pasos al fingir su muerte por Covid-19 con un certificado falso y una lápida con su alias en el cementerio de Flores. La treta no funcionó. Fue detenido en Lima en 2022 y extraditado un año después para llegar al juicio que terminó ayer.
Durante la audiencia en la que había confesado ser el líder del grupo criminal, Dumbo no solo admitió su rol, sino que detalló el alcance territorial de la organización: “Operábamos en el Barrio Padre Rodolfo Ricciardelli, en el Barrio Padre Mugica y en el Barrio Bermejo. También llegamos a Villa Fiorito”, dijo.

En otro tramo, reconoció que la venta de drogas se realizaba en entornos sensibles: “Vendíamos cerca de una cancha de fútbol, de un jardín de infantes y de un comedor donde iban chicos”, afirmó. También admitió que se desplazaba armado: “Siempre me movía con armas de fuego durante todo el tiempo que la banda estuvo activa”.
Como se consignó, Dumbo explicó que su decisión de confesar se debió a un cambio personal: “Privado de mi libertad encontré la palabra de Dios. Eso me llevó a buscar una nueva vida”, expresó.
Conectado a través de la plataforma Zoom desde su lugar de detención, el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, Dumbo habló nuevamente ante el tribunal en sus últimas palabras antes de conocerse su condena. “Reconocí todos los hechos. Lo dejo en manos del tribunal. Gracias por haber escuchado, que Dios los bendiga”, aseveró.
“Durante la primera parte de la audiencia, el fiscal general Colombo solicitó que Maylli Rivera sea condenado bajo la calificación legal que finalmente se le atribuyó y que sea declarado reincidente. Además, requirió la unificación de la pena en atención a una condena previa por homicidios y privación ilegal de la libertad agravada, entre otros delitos cometidos en febrero de 2001 en el Bajo Flores. En su alegato, el fiscal sostuvo que la organización criminal utilizaba menores de edad para operar y disponía de barricadas para favorecer el funcionamiento de la estructura. Además, señaló que Maylli Rivera se mostraba rodeado por otros integrantes de la banda que cumplían funciones de custodia”, se indicó en la información del Ministerio Público en su portal de noticias.
El arresto de Dumbo, quien era considerado el narco más buscado de la Argentina y por quien el Gobierno ofrecía una recompensa de cinco millones de pesos, se concretó la madrugada del 28 de octubre de 2022 en Parque San Silvestre, en la capital de Perú.
Mientras estuvo prófugo, un abogado particular se presentó ante el juez Ercolini, y presentó un certificado de defunción de Maylli Rivera, pero los investigadores descubrieron que se trataba de un documento falso y que la intención fue fingir su muerte para evitar que lo siguieran buscando.
Un año y un mes después de su detención en Perú, en noviembre de 2023, Maylli Rivera fue extraditado a la Argentina.
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