Otro crimen con sello mafioso en Rosario: acribillaron al hijo de la presidenta del PJ de Villa Gobernador Gálvez
ROSARIO. - Tres días después de que ejecutaran a una pareja de 21 años y su beba de un año y medio con una ametralladora, un hombre de 35 años fue acribillado dentro de su auto en Villa Gobernador Gálvez, donde en lo que va de este año se produjeron siete de los 40 homicidios que se cometieron en esta ciudad y su periferia.
La cantidad de balas disparadas por los sicarios que lo ejecutaron -en la escena del crimen se recogieron 35 vainas servidas- revela la saña con la que fue asesinado Martín Sebastián Berton -de 35 años, casado, con tres hijos y trabajo en un taller de chapa y pintura-, cuyo cadáver fue encontrado dentro de un Chevrolet Corsa gris durante la madrugada de ayer en San Juan y Presidente Roca, en Villa Gobernador Gálvez, una ciudad de 81.000 habitantes que está unida a Rosario en la zona sur.
Berton era uno de los hijos de Mónica Cabrera, presidenta del PJ y secretaria de prensa del sindicato municipal de esa ciudad, ligada históricamente al fallecido intendente Pedro González.
"Yo no quiero que mi hijo sea el número 40, no quiero que sea una cifra", dijo a la prensa ayer la dirigente peronista, que agregó: "Quiero la verdad, porque acá Justicia no hay en Santa Fe. Quiero hablar con el ministro [de Seguridad, Marcelo Sain] y que me diga la verdad: quiero saber por qué a mi hijo le dispararon 40 tiros en la puerta de la casa de la madre".
Y amplió las críticas: "No sé qué decir, por qué pasó esto; quiero que se investigue, que me den una explicación... acá hay un tiroteo y lo hacen pasar como ajuste de cuentas y queda todo así".
Ella misma encontró a su hijo muerto y avisó a la policía. "Llamé al 911 porque había un auto con la puerta abierta, porque seguro que habían tiroteado a un hombre y se habían escapado; no sabía que estaba tirado ahí adentro", relató Cabrera, según publicó La Capital.
Fue poco antes de las 5; ella dormía cuando la despertó una ráfaga de disparos a metros de su vivienda, situada en San Juan y Roca.
"Miré por una ventana y no vi nada, solo los fogonazos", relató a medios locales. "Después escuché un auto en marcha, abrí el portón y vi un coche con la puerta abierta, pero no había nadie; hasta que me di cuenta de que era el auto de mi hijo y cuando me fijé en el asiento ahí descubro que estaba muerto. Había tiros por todos lados, el auto estaba con la puerta abierta y el motor en marcha, él estaba irreconocible", contó Cabrera, entre sollozos.
El auto donde fue encontrado el cadáver de Berton estaba estacionado con dos de sus puertas abiertas, la del conductor y la trasera del lado derecho. Por el lugar donde están ubicados los orificios de bala, los atacantes habrían disparado desde el frente -varios impactos dieron en el parabrisas- y después, desplegados a ambos lados, habrían abierto las puertas del coche para rematar a la víctima.
Los vecinos, al igual que Cabrera, escucharon ráfagas de tiros, como si fueran de una ametralladora, un tipo de arma que también habría sido usada en el triple crimen que se produjo el domingo pasado en la zona de Empalme Granero, donde fueron acribillados Christopher Albornoz -uno de los nietos de Caracú Albornoz, uno de los primeros "cocineros" de droga en esta ciudad-, su mujer y su beba, de un año y medio.
Violencia redoblada
El gobernador de Santa Fe Omar Perotti se reunió ayer con los jefes de la Gendarmería en Rosario, donde se realizan operativos coordinados con la policía de Santa Fe que hasta ahora no dieron los resultados esperados, porque la violencia, lejos de atenuarse desde que 2400 gendarmes se desplegaron en acciones de patrullaje, recrudeció este mes con mayor intensidad que en enero, cuando se produjeron hechos conmocionantes como el ataque al casino, donde murió un cliente de 64 años.
Los crímenes en Rosario tienen un notorio vínculo con bandas narcocriminales. Hay un mercado muy prolífico desde hace mucho tiempo en Rosario
La violencia se intensificó en las zonas oeste y sur de Rosario, incluido Villa Gobernador Gálvez, con el emergente de crímenes con sello narco que, según creen en el Ministerio de Seguridad santafesino, se producen en el marco de enfrentamientos entre las segundas y terceras líneas de las organizaciones criminales, cuyos jefes están detenidos. Parte de estos crímenes se ordenan desde las cárceles.
Al homicidio de Villa Gobernador Gálvez lo precedió otro hecho sangriento que provocó conmoción en Rosario, como fue el triple crimen que ocurrió el domingo a la noche en el barrio Empalme Graneros, del oeste de la ciudad, donde fueron asesinados Christopher Albornoz, su expareja Florencia Corvalán y Chelsi, hija de ambos.
En este caso, como señaló LA NACION el lunes pasado, aparece como móvil la guerra narco entre dos familias que instalaron aquí las primeras cocinas de cocaína, hace más de 20 años.
El ministro Sain adhirió a la hipótesis narco como móvil del triple crimen de Empalme Graneros. "La familia Albornoz es muy conocida en el barrio donde ocurrió esto por la comercialización de estupefacientes", señaló. "Los crímenes en Rosario tienen un notorio vínculo con bandas narcocriminales. Hay un mercado muy prolífico desde hace mucho tiempo. Lo interesante es ver cómo estas terminales de organizaciones, cuyas primeras y segundas líneas están detenidas y desde los presidios siguen controlando estos negocios, con las dificultades que tienen, hoy están gerenciadas por terceras y cuartas líneas que son de la edad" de Christopher Albornoz, sostuvo.