"Que esta gente no trabaje más con chicos"

El enojo de los padres es visible. También la conmoción al enterarse de lo sufrido por sus hijos en el jardín Tribilín. Cecilia Insúa es la madre que escuchó la primera versión de maltrato por parte de las maestras. Se lo contó una amiga docente. Buscó confirmarlo y con su esposo disimularon en la mochila de su hija un iPod encendido. El audio grabado la horrorizó. Y definió la pretensión compartida entre los padres: "Que esta gente no trabaje nunca más con chicos".

Y agregó: "Uno escucha el audio y saca sus propias conclusiones; nosotros queríamos que esto fuese público para que se enterasen todos, pero no queremos violencia ni buscamos inculpar a nadie".

Insúa aclaró que no habían notado ningún comportamiento extraño en su hija, pero que decidieron mandarla a un espacio de juegos por la tarde porque la veían "poco estimulada". Más tarde, sin embargo, y a raíz del intercambio de experiencias con otros padres, empezó a descubrir que algunos de los patrones de comportamiento de su hija de 18 meses se repetían en varios de sus compañeritos: "Nosotros no sabemos qué cosas son inherentes a ellos y qué cosas son culpa del jardín, pero si hay 25 chicos que le tienen miedo al agua, y después nos enteramos de que a los chicos los castigaban metiéndoles la cabeza en la pileta, está claro que hay algo ahí".

La terrible situación fue una gran sorpresa para esta madre. El trato con las maestras no permitía vislumbrar lo que sucedía cuando se iban los padres: "Me costó muchísimo creerlo, yo conocía a las maestras y nunca jamás hubiese sospechado nada porque realmente eran divinas, pero, eso sí, siempre nos atendían afuera, sin dejarnos entrar".

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