Una trama oculta de venta de drogas derivó en un enfrentamiento con seis heridos de bala en el barrio Cildáñez

En marzo del año pasado el barrio Cildáñez había sido el foco de atención de toda la sociedad. Por entonces se buscaba una niña que tras 70 horas pudo ser rescatada de manos de un cartonero que la había secuestrado. Se habló de una trama oculta de drogas. Todo se calmó. Pero el narcomenudeo volvió en las últimas horas a poner en observación pública a ese asentamiento ubicado en Parque Avellaneda. Seis personas fueron baleadas en un enfrentamiento que estaría relacionado con disputas por el control de negocios irregulares en esa villa porteña.

Así lo confirmaron fuentes oficiales, que notificaron, además, que solo sigue hospitalizado uno de los heridos en los incidentes registrados anteanoche frente al comedor comunitario conocido como Manuelita, donde buscaba su comida diaria la menor identificada como M., la niña secuestrada en marzo de 2021.

La situación en el barrio Cildáñez es hoy incluso peor que lo exhibido en esos días de búsqueda frenética. Los investigadores policiales marcan la presencia en la zona de dos expresidiarios que volvieron en los últimos meses con la intención de copar ese asentamiento. Apuntan, según la información que circuló ayer por los despechos oficiales, a apropiarse del negocio de dar acceso a internet y a sacar de juego a los comedores comunitarios. De uno y otro lado cruzaron acusaciones sobre venta de drogas. Eso pasó ayer, cuando se registraron algunas escaramuzas con unidades de la infantería porteña.

La noche anterior había sido más violenta. El primer blanco fue el comedor Manuelita, donde estaba instalada una consigna policial. Es que sus propietarios estaban amenazados. Ese agente fue el que advirtió el ataque con piedras contra ese local comunitario y solicitó refuerzos. Llegó al lugar una unidad de Despliegue de Intervención Rápida, de la Policía de la Ciudad. La situación ya era caótica, según contaron testigos del hecho a la prensa. Uno de los uniformados fue herido por la agresión de ese grupo que buscaba tomar el comedor comunitario. Y se escucharon los disparos.

Los detectives estiman que todos los balazos partieron de un única arma. No tienen en claro aún quien fue el autor de los disparos, pero si establecieron una línea de investigación sobre los hombres que “protegían” al comedor. Todos los heridos de bala formaban parte del grupo atacante en el barrio Cildáñez, situado en la intersección de la autopista Luis Dellepiane y Mozart. La fiscalía busca definir el origen de la agresión para poder, a su vez, determinar por qué se respondió con, al menos, un arma de fuego.

Al igual que pasó el año pasado con la desaparición de la menor M., el barrio Cildáñez aparece nuevamente afectado por una trama oculta.