
Amenazan a las azafatas de la línea Mitre
Los responsables de la empresa acusan a la mafia de los vendedores ambulantes; hubo cuatro renuncias en una semana
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Flaquita, el tren es nuestro. Andate de acá o te rompemos todo el carrito ése .
El método coercitivo dio resultado. A la fuerza, los vendedores ambulantes del ex Ferrocarril Mitre expulsaron a las azafatas del nuevo servicio de catering que posee el ramal a Tigre. Tres de las catorce chicas contratadas renunciaron anteayer, inmediatamente. Una más dejó el trabajo ayer, luego de una nueva amenaza. La compleja mafia de Retiro no les dejó opción.
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Alrededor de 600.000 pesos invirtió la firma SIC (Sistema Integral de Catering) para montar su negocio en los trenes. A cambio de unos 10.000 pesos por mes, firmó un convenio con Trenes de Buenos Aires (TBA), concesionaria del ex Mitre, para pasear por los vagones carritos cargados de golosinas, bebidas, helados.
El proyecto preveía unas 50 vendedoras en los tres ramales del Mitre, de 8 a 20, de lunes a viernes, aunque se empezó sólo con 14 azafatas en el circuito Retiro-Tigre. Ayer, a las 16, el sistema de catering eligió retirarse de la estación hasta hoy. De las 14 chicas originales quedan 10.
Duro panorama para SIC, evidentemente. Omar Zacconi, uno de los dos socios, lo puso en palabras: "Si no hubiera invertido tanta plata, me iba. Los vendedores ambulantes me amenazan a las pibas y así es difícil seguir. Hablé con la policía y me dijeron que me iban a dar apoyo. TBA también parece que está de mi lado, pero los vendedores guardan su mercadería en dos depósitos de la empresa y eso es una locura".
La acusación de Zacconi fue corroborada por TBA. "Es cierto que guardan su mercadería en dos depósitos nuestros, pero no porque se los demos, sino porque están usurpados. Ahora vamos a iniciar una demanda judicial por esto", explicó Jorge Molina, gerente de Relaciones Institucionales de TBA.
Uno de los depósitos se encuentra debajo del andén 2-3. Al fondo, donde un viejo montacargas recuerda un pedacito de la historia tranviaria argentina, un hombre custodia el ingreso al sótano. Allí abajo se guarda parte de la mercadería que después se venderá en los trenes. El otro depósito está justo fuera de la estación, por una calle lateral.
TBA quiso combatir esta ilegalidad, aseguró Molina. Pues perdió. Siempre. Como todos los que intentaron alguna vez vencer a las organizaciones de vendedores ambulantes que se dividen Retiro.
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"El Mitre es territorio de El Uruguayo. Todo lo que se vende en el Belgrano está manejado por El Boliviano. Francisco y Carlos son los que mandan en la vía pública, salvo en lo que se refiere a las pancheras, que son de El Manchado. Y el ingreso a la Terminal de Omnibus es de Cáceres."
Jorge Eduardo Rodríguez, además de ser el abogado que defiende los intereses de SIC, es un ex juez de la Ciudad. De su paso por la justicia local jura conocer los intríngulis de este mundo peligroso e ilegal que impide, por ejemplo, que una cadena de comida rápida se instale en Retiro, ahuyentada por la competencia desigual. O que TBA pueda conseguir una firma deportiva para ocupar otro de los locales que remodeló en la estación. Si afuera, en la calle, todo cuesta menos de la mitad...
"El negocio es muy grande (ver aparte), pero alcanza para todos. Antes se peleaban mucho porque no había límites establecidos. Ahora, en cambio, los capos viven en paz, cada uno en su lugar. En eso tuvo mucho que ver Francisco, que es el más contemporizador", reveló Rodríguez.
Los que manejan la venta en los trenes tienen empleados, a los que les pagan no más de 20 pesos por día, contó el ex juez. Y los que dominan la avenida Ramos Mejía alquilan los puestos por alrededor de 50 pesos más parte de la venta, agregó. Se manejan por separado, salvo para los problemas. "Ahí, los de los trenes suelen pedirles ayuda a los de la vía pública, que tienen un grupo de asistentes que saben artes marciales."
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En síntesis, SIC ve amenazado su negocio legal y su fuerte inversión por un grupo de trabajadores organizados fuera de la ley. Las azafatas sufren ataques en el tren y renuncian. Zacconi reclama más control en TBA. Y TBA, que padece la usurpación de sus depósitos, no está en condiciones de solucionar un tema tan delicado. Mientras tanto, la mafia de Retiro factura. Y si le surge competencia legal, ataca y lastima. Es parte de nuestra realidad.





