Apertura de calles. Proyecto para conectar dos sectores aislados de un barrio porteño
La Ciudad quiere darle uso a un playón ferroviario abandonado; busca desarrollar espacios públicos y departamentos; los vecinos proponen un “bosque urbano”
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El gobierno porteño envió a la Legislatura un proyecto de ley para facilitar la apertura de calles en el polígono que ocupa el explayón ferroviario de Palermo y avanzar en el plan maestro de urbanización que prevé la construcción de departamentos y espacios públicos. La iniciativa, no obstante, generó un pedido vecinal para incorporar un corredor verde en una zona que sumará población.
La propuesta fue girada por el jefe de Gobierno, Jorge Macri, y comprende los terrenos situados en el área que va en sentido paralelo a la avenida Juan B. Justo y a la calle Godoy Cruz, entre Soler y Niceto Vega. En la extensa superficie, la mayoría de las parcelas están en desuso, pero hay algunas en las que funcionan grandes locales comerciales, lugares para la actividad deportiva y de gastronomía.
El explayón, al igual que los otros similares en Liniers y Caballito lindantes a estaciones ferroviarias, pertenece a la Nación, pero las cuestiones vinculadas con la normativa urbana que permitan la accesibilidad y conectividad están bajo la órbita porteña, por lo que para concretar las nuevas vías de circulación es necesaria la sanción de la ley en la Legislatura local.
Según señalaron desde el gobierno nacional, se entabló un diálogo con la administración porteña para acordar la presentación del proyecto y lograr así la adecuación urbanística en el marco del plan de urbanización de esa zona deshabitada de Palermo gestionado por Playas Ferroviarias, que depende de la Agencia de Administración de Bienes del Estado.
A finales del siglo XIX, sirvió como playa de maniobras de los trenes del ferrocarril Buenos Aires al Pacífico que tenía la estación cabecera en Palermo. Luego, la traza se extendió a Retiro y el espacio fue quedando en desuso. Los cruces de calles quedaron clausurados y en algunas parcelas se instalaron locales de actividad comercial con permisos de uso precario.
La morfología urbana que rodeaba a las vías quedó irregular, con pasos interrumpidos, inmensos galpones despoblados y terrenos abandonados que generaban temor entre vecinos. La situación volvió a cambiar hace pocos años, cuando se construyó el viaducto en altura del tren San Martín. La obra despejó la barrera arquitectónica existente, pero también dejó a la vista el abandono del lugar.
En las inmediaciones se emplazan el edificio del Polo Científico Tecnológico y un shopping a cielo abierto. Además, está cercano al centro de trasbordo Pacífico, donde confluyen la estación de trenes del ferrocarril San Martín, la parada de subte Palermo y los carriles exclusivos para el transporte de pasajeros por los que circula una decena de líneas de colectivos.
En 2019, un sector de 2,65 hectáreas del explayón que va a la par de las vías, entre Soler y Costa Rica, fue inaugurado con fines de esparcimiento para niños. La próxima etapa prevé más áreas de recreación y la apertura de las primeras calles. Posteriormente, figura la construcción de departamentos para viviendas y oficinas.
¿Cuáles son las calles?
Acompañado por planos de mensura, el proyecto en tratamiento en la Legislatura contempla “la apertura y afectación a vía pública” de cuatro calles en el tramo que va desde la avenida Juan B. Justo hasta Godoy Cruz: Nicaragua, Costa Rica, El Salvador y Soler que, en verdad, ya funciona para la circulación, pero está pendiente la regularización.
Dispone también la habilitación de dos calles -una de ellas Atacalco- para que vayan paralelas a la avenida Juan B. Justo, una a cada lado del viaducto, en las cuadras que se extienden entre Soler y Honduras en un caso y hasta Niceto Vega en el restante.
“Estas nuevas vías permitirán una mejor conexión entre sectores que actualmente se encuentran aislados y facilitará el tránsito de vehículos en general y de peatones, optimizando el tiempo de desplazamiento y reduciendo la congestión en las arterias principales”, indicaron desde el gobierno porteño al respecto.
Y señalaron que “permitirá la correcta integración de las manzanas”. “La apertura de calles forma parte de un plan de desarrollo urbano sostenible, que integra espacios verdes y áreas recreativas”, concluyeron.
El “bosque urbano” impulsado por los vecinos
Los vecinos del explayón manifestaron su rechazo a la apertura de calles ya que, según evaluaron, iría en contraposición a su propósito para generar allí un parque lineal que proporcione superficie verde en una zona con alta densidad poblacional y que recibirá nuevos residentes en los edificios de departamentos que acompañarán la urbanización.
“Estamos alarmados porque con la apertura de calles van a sumar más cemento. Somos 30.000 personas que vivimos en esta zona con medio metro de superficie verde por habitante, cuando la recomendación es muy superior”, dijo a LA NACION Alejandro Lacreu, quien participó, junto a un grupo de vecinos de Palermo, de una reunión con funcionarios porteños para abordar la propuesta barrial para el “bosque urbano”.
Según consideró, “el mejor recurso para conectar no son calles, sino un espacio verde”. La iniciativa contempla la recuperación del área central, sin afectar a las parcelas destinadas a la venta para viviendas, y destinarla a actividades comunitarias, recreativas, culturales y deportivas. “Queremos recuperar la identidad y la historia del lugar”, destacó.
El destino de los locales comerciales
A lo largo de la avenida Juan B. Justo, entre Soler y Honduras, al igual que en varias de las calles transversales, funcionan locales comerciales destinados, en su mayoría, a la venta de materiales de la construcción, sanitarios y amoblamientos. La apertura de las calles propuesta los impactará de lleno.
Desde Nación indicaron que si bien el tema está en “una etapa inicial”, los comerciantes “están avisados” y saben que “están emplazados en lugares plausibles de aperturas de calles”. Señalaron también que, en la actualidad, desarrollan su actividad con un permiso de uso precario, lo que prevé una autorización temporal del predio.
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