Cedió algo la crecida al mejorar el tiempo

La persistencia del buen tiempo permite alentar mejores expectativas en toda la región inundada.

El Servicio Meteorológico Nacional no prevé precipitaciones para los próximos cinco días ni en la Argentina, ni en Paraguay, ni en el sur del Brasil.

Los primeros efectos de la mejora climática se manifestaron en un descenso de la crecida del Paraná. Esto permite suponer que no se registrará en las zonas del sur del Litoral el pico de altura de las aguas que se estimaba para esta semana.

Así lo anunciaron ayer expertos del Departamento de Clima y Agua, dependiente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. Pág. 19 La imagen satelital, registrada anteayer, muestra un día totalmente claro, salvo algunas nubes en el sur de Entre Ríos. El color azul marca las enormes zonas inundadas (Fuente: Conae)

El problema había asomado hace meses

FALDA DEL CARMEN, Córdoba.- Gran parte de la Mesopotamia aparece bajo las aguas. Entre Ríos no tiene la forma que conocimos desde siempre en los mapas. El río Paraná muestra un ancho que se mide en más de 15 kilómetros en gran parte de su recorrido. Los esteros del Iberá parecen haberse extendido sobre medio Corrientes.

La brutal franqueza de las imágenes satelitales obtenidas ayer por La Nación en la estación terrena de observación de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) muestra a la perfección los alcances de la inundación en el Litoral que se ubica, sin duda, entre las peores del siglo.

Esas imágenes fueron registradas anteayer, ante la vista de este enviado, en la estación terrena de la Conae, en esta zona serrana cordobesa ubicada entre Alta Gracia y Carlos Paz, en el mismo predio secreto donde hasta hace pocos años se gestaba, a un costo desconocido, el misterioso y polémico cohete Cóndor.

Hoy, los usos del lugar son más pacíficos y seguramente más útiles para la sociedad. Aun cuando, como en este caso, nos adviertan implacablemente sobre la gravedad del hecho natural.

Ya se veía en agosto de 1997

Pero el dato más impactante de estas imágenes de anteayer (como la que ilustra la tapa de esta edición) surge de la comparación con tomas de la misma región obtenidas el 5 de agosto de 1997, en otro día tan claro como el domingo último. La mayor sorpresa es advertir que la inundación ya había comenzado a insinuarse entonces.

El Paraná estaba ya en ese momento desbordado en varias regiones. Sus afluentes mostraban más caudal que de costumbre. Y gran parte de la cuenca del río Paraguay, en el vecino país, también presentaba un cuadro inquietante.

La corriente de El Niño ya había comenzado a mostrar sus garras, es decir, el efecto de mayores lluvias que el promedio histórico.

José Luis Aiello, doctor en ciencias meteorológicas e investigador de la Conae, nos lo resume en los siguientes términos: "Cuando en abril de 1997 comenzaron a calentarse las aguas del Pacífico ecuatorial, y los modelos de predicción climática mostraban que las anomalías de temperatura en ese océano se incrementarían en los meses siguientes, fue cuando se produjo la primera alerta.

"Se sabe que El Niño se asocia, en más del 80% de los casos, a lluvias por encima de lo normal en el sudeste sudamericano, con fuerte impacto en el sur de Brasil y el nordeste de la Argentina", añadió.

En efecto, poco tiempo después el promedio de lluvias comenzó a elevarse mes tras mes en toda la región y, paralelamente, creció gradualmente el caudal de toda la cuenca en general.

Aiello agrega que "El Niño es, actualmente, uno de los fenómenos más estudiados de la geofísica porque es un indicador muy bueno para definir escenarios de lluvias en escalas regionales grandes".

Sus palabras explican a la perfección lo que uno puede ver en las imágenes que brindan los satélites.

Ayer, en Buenos Aires, en otra exposición sobre los alcances de la inundación, el secretario de Agricultura, Felipe Solá, mostró las zonas cubiertas por agua con la ayuda de las imágenes del satélite meteorológico NOAA (más información en esta misma página). Esta observación cubre una región más amplia que la del recorrido del satélite Landsat, aunque menos precisa en sus detalles, y también brinda la sensación de enorme catástrofe que significan millones de hectáreas bajo el agua.

Lo que las imágenes, de hoy o de hace meses, describen sin disimulo es que la inundación de estos días comenzó, en realidad, hace muchos meses.

Un pronóstico más optimista

El pico de crecida del río Paraná se espera para los próximos días, pero los expertos señalaron que no tendrá la magnitud esperada. La respuesta es sencilla: hace más de diez días que no llueve y tampoco hubo una sudestada que agravara la situación.

En una conferencia de prensa en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Castelar, el secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Felipe Solá; el presidente del organismo, Héctor Larreche, y el director del Departamento de Clima y Agua, César Rebella, explicaron el pasado y el presente de las inundaciones. Y, sin dar muchas precisiones, hablaron del futuro.

Después de la charla, Rebella dialogó con La Nación . "Sabemos que la crecida será menor de lo que esperábamos", explicó.

-¿El peor momento ya pasó?

-Nunca se puede decir. La cuenca está saturada y si llueve, aunque sea poco, podría complicarse todo.

-¿Cuando mejorará la situación?

-Todavía no podemos precisarlo. En las inundaciones de 1983, durante junio y julio, tuvimos un pico grande. Lo mismo podría pasar este año.

"La tecnología de la que disponemos puede anunciar que va a llover más, pero no puede anticipar un desastre como el que ocurre en el Litoral". Esa fue la explicación que Solá dio a la falta de prevenciones por parte del gobierno.

"Si hubiéramos sabido que iban a llover 2000 milímetros en el Litoral, hubiésemos aconsejado a los productores para que no sembraran, pero antes del 12 de febrero no tuvimos datos concretos", se disculpó.

Los pronósticos indican que a fin de año aparecerá el fenómeno de La Niña, que traerá sequías y heladas para 1999. Sin embargo, Solá indicó: "Como no tenemos datos seguros, sería absurdo tomar medidas con tanta anticipación".

Por Por Germán Sopeña <br/> (Enviado especial)

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