
Encontrá las guías de servicio con tips de los expertos sobre cómo actuar frente a problemas cotidianos: Adicciones, violencia, abuso, tecnología, depresión, suicidio, apuestas online, bullying, transtornos de la conducta alimentaria y más.

Para muchas personas, cuando el almanaque marca la llegada de diciembre, todo se convierte en alegría y felicidad. Pero según la psicóloga Rossana Speranza, esto no siempre es así. “Lo primero que debemos hacer es abrirnos y aceptar que a esta altura del año no es obligatorio estar feliz“, reflexionó la experta en su visita a LN+.

“El mayor de los problemas es que la mayoría de nosotros armamos ciertas reglas sobre cómo tenemos que funcionar”, apuntó Speranza. “Pero durante las fiestas muchos invitados poco deseados pueden ir a nuestras casas y eso puede alterar las cosas”, agregó.
“Ya sea en Navidad o Año Nuevo, uno puede no estar contento”, sostuvo la psicóloga. “Porque de repente hay alguien que falta en esa mesa o porque fue un año duro para mí. En ese momento la mente nos invita a hacer evaluaciones”, justificó.
En el análisis de Speranza, dos vectores son clave al momento de rever nuestros sentimientos durante los festejos de fin de año: la familia y los amigos.
“Durante las celebraciones tenemos que regular nuestras expectativas. Tenemos la familia que tenemos, los amigos que nos tocan, y funcionamos como funcionamos", manifestó.

Otro de los consejos que compartió Speranza fue que debemos aceptar la mutación de las emociones a lo largo de la Nochebuena. “La gente cree que, si nos sentimos mal, nos enfermamos. Pero en realidad, lo que nos enferma es no aceptar las emociones que tenemos”, planteó.

“A veces nos sentimos mal y podemos pensar, ‘si lo digo arruino el momento’. Bueno, en esas instancias podemos irnos al patio, a la terraza: alejarnos y tener unos segundos en soledad”, indicó Speranza.
Desde la óptica de la psicóloga, obviar algunas situaciones no sería la mejor fórmula.
“El acto de fingir demencia no es lo más saludable. A eso le daría una vueltita de tuerca y pensaría: ¿Qué hay de importante para mí en esto que estoy haciendo? Preguntarme por qué estoy yendo a esta fiesta o por qué me junto con estas personas”, enfatizó Speranza.
Por último, la profesional hizo hincapié a una observación empírica.
“Una de las cosas que se estudió en la ciencia y que quedó demostrado que hace muy bien es dar: compartir. Entonces, por ahí estamos tan autocentrados en cómo la estoy pasando yo que, poder dar generosamente a otros, nos hace sentir muchísimo mejor”, concluyó Speranza.


