Tiempo inestable: del enero más frío en 20 años al calor abrasador de los últimos días
La Ciudad de Buenos Aires sufre de bipolaridad climática. Hasta el viernes pasado, este mes se encaminaba a ser el enero más frió de los últimos 20 años. Pero algo cambió. Una masa de aire cálido y húmedo llegó del norte y disparó la sensación térmica por arriba de los 40 grados. Cuatro días atrás, el promedio de la temperatura era de 23.9 cuando el de 1999 fue de 22.9 y lo normal era, y sigue siendo, de 24.9. En este momento el promedio ascendió a 24.8 . De este modo, las quejas ya no apuntan a las nubes y las temperaturas templadas y ahora se concentran en el calor abrasador que catapultó la temperatura hasta llegar a los parámetros normales.
"Por el momento se van a mantener las temperaturas altas. Esto sucede por una masa de aire caliente que viene del norte. Hasta que no llegue un frente frío esto se mantiene", dijo Cindy Fernández, meteoróloga de Servicio Meteorológico Nacional .
La nubosidad densa de las primeras semanas de este año impidió que las temperaturas lleguen, hasta el viernes pasado, al promedio esperado. Las máximas de este mes también se habían mantenido más bajas que lo normal. Llegaron a 28.1 cuando, por lo general, llegan a 30.1 grados, algo que, finalmente, terminó sucediendo.
El verano arrancó con muchas lluvias. Diciembre de 2018 fue el segundo más lluvioso desde que hay registros. Cayeron 313.4 milímetros, cuando la media es 120. Al mismo tiempo, fue el más frió desde 2009, con una temperatura promedio de 22.9, cuando lo esperado es 23.3.
La densa nubosidad de las primeras semanas de este año impidió que las temperaturas lleguen, hasta el viernes pasado, al promedio esperado
Los porteños tenían a un culpable: El Niño. Muchos encontraban la explicación a los cielos grises y el ambiente húmedo en este fenómeno. Sobre esta cuestión, José Luis Stella, climatólogo y técnico especializado en servicios climáticos del Servicio Meteorológico Nacional, explicó que: "Si bien no está declarado el fenómeno del Niño porque no hubo un acople entre la temperatura del océano Pacífico central con la circulación atmosférica, lo que sí pudo haber pasado, desde septiembre del año pasado, es algún tipo de circulación anómala en la atmósfera y que esto haya traído más lluvias, sobre todo en diciembre, y más nubosidad"-
Muchos vecinos de la Ciudad estaban sorprendidos y otros renegaban por la gran cantidad de días nublados y las temperaturas, bajas, atípicas. "Es un verano raro. No hubo muchos días lindos. Noté que llovió bastante, incluso hubo temperaturas muy bajas que no se corresponden con lo que solemos tener en esta época del año", decía, el viernes pasado, Michelle Levin, de 27 años, vecina del barrio de Belgrano. "Es el verano que más buzos usé. No es un verano común. Pero durante el día la temperatura se hace más llevaderas", comentaba Mariano Feuer, vecino de Villa Crespo. "Hace mucho que no teníamos un enero tan frío. Iba a ser el enero más frió desde 1998 y 1999", explicó Stella.
"En lo que respecta a mi vida cotidiana, yo suelo hacer actividad física al aire libre y muchas veces terminé haciendo bajo techo porque el cielo estaba muy nublado y parecía que se venía la lluvia", dijo Nicolás Rivilli, que trabaja en un local comercial de Palermo. Aunque no todas son quejas: "Igualmente, no vino mal un verano con menos calor, yo disfruto más la temperatura de hace unos días. Nosotros muchas veces trabajamos en la calle y cuando sube mucho la temperatura se pone muy pesado el trabajo", agregó Rivilli.
Hace mucho que no teníamos un enero tan frío. Iba a ser el enero más frió desde 1998 y 1999
Natalia Tonti es meteoróloga y miembro del Centro Argentino de Meteorólogos. Ahí llegan consultas de los ciudadanos a través de la web o redes sociales. Ella asegura que la gente "extrañaba un poco el verano" y agrega: "En las consultas de todos los días se nota que la gente se dio cuenta que las temperaturas no tan altas en enero eran algo raro. Cuando pasa algo así, suelen relacionarlo con el cambio climático".
La tendencia desde 1999 es que la temperatura vaya en aumento. Por este motivo, es atípico un comienzo de año con estas características. Los últimos veranos fueron muy cálidos y hubo más olas de calor que lo normal . "La tendencia global, a raíz del calentamiento, es que suba la temperatura, por lo menos eso es lo que pasó en los últimos 20 años", cuenta Stella.
Stella recuerda la ola de calor que hubo en la Argentina en el verano de 2013. Ese año, desde mediados de diciembre a principios de enero se vivieron temperaturas altísimas en todo el país. En algunas partes de la Ciudad la temperatura llegó a los 39 grados. En ese momento, por primera vez desde el 2007 que se empezó a utilizar el sistema de alertas del Servicio Meteorológico Nacional, se emitió una alerta roja para los ciudadanos con el objetivo de evitar un golpe de calor.
En cuanto a las lluvias, enero viene apenas más seco que lo normal. La percepción del mal clima se dio por la nubosidad constante, pero no por las precipitaciones. "Enero viene dentro de los parámetros en cuanto a las lluvias, incluso un poco por debajo de la media. Llovieron 95 milímetros en lo que va del mes y lo usual son 138".
Para el febrero que se aproxima, en el corto plazo, o sea, los primero 15 días, se esperan condiciones inestables. "Se van a producir lluvias en la Ciudad y en el Gran Buenos Aires. La primera semana va a estar más húmedo y cálido", aduce Stella y agrega: "En el largo plazo, esto quiere decir, febrero, marzo y abril, en promedio, seguiríamos bajo condiciones de lluvia normales y temperaturas promedio de 23, 6. Eso es lo que esperamos para el trimestre que se viene".
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