El festival que entendió como nadie el espíritu de San Isidro y hoy es un hit

"Nos gusta andar al aire libre, nos gusta el río, el deporte, comer rico y tomar cerveza con amigos": así define a los vecinos del bajo de San Isidro el cocinero Diego García Tedesco. Y al hacer la descripción no hace otra cosa que contar cómo es su propio espíritu que hace 5 años lo llevó a crear Bocas Abiertas, el festival de gastronomía "del bajo" que ya es un clásico entre los de la zona (y hoy se puede visitar hasta las doce de la noche).

Adolescentes en búsqueda de hamburguesas y amigas que aprovechan a agarrar un par de tips de cocina mientras toman sol frente al escenario de clases se mezclan con rugbiers de chupines. "Somos hippie chics clavados", sigue Diego que entendió muy bien a su público y le dio lo que quería. Así como gran parte de los que visitan la feria son de la zona, los restaurantes que forman parte de la propuesta (salvo algunas excepciones) también son vecinos.

Y esto se respira. El ambiente familiar y de pertenencia se ve en cualquiera de las mesas y entre los mismos puestos. Casi todos son "el amigo de un amigo" y todo el que entra comió al menos una vez en alguno de los 30 restaurantes que rodean el predio. Están en casa.

La decoración también ayuda, entre la cercanía del río, las lucecitas que se cruzan y la estética tipo casa de campo del área de las mesas. Es un día más al aire libre y nadie va solo a comer. "Es un punto de encuentro", explica Diego.

El plato fuerte

Claro que la comida es importante. Como lo es en cualquier asado de sábado o té de domingo. Y la vara en Bocas Abiertas está alta, tanto así que está muy cerca del podio de la Feria Masticar en cuanto a la calidad de sus platos.

Un menú completo para el que quiera recorrer (y compartir) puede empezar por un chori de langostinos con mayonesa de cilantro en Tree, unos bocaditos de tapioca de Asato, la hamburguesa de Salmón de Iolo, el rotolo de Alo's (una especie de canelones como nunca los probaste) y terminar con el carrot cake de Toffee. En el medio: ver alguno de los shows y escuchar algunas de las clases de expertos como Pamela Villar y los hermanos Petersen.

Este año quien estuvo más metido en la organización fue Ignacio Echeveste Arteaga, un restauranteur que está a cargo de Iolo en San Isidro. Él se metió en la tercera edición a crear la Comisión de Gastronomía que armó un reglamento para cualquiera que quisiera participar. "Somos un grupo de amigos. Los gastronómicos del Bajo no somos empresarios nada más, nos une la premisa de dejar de ser competencia para ser colegas", remata Diego.

Más info

Centro Municipal de Exposiciones, Del Barco Centenera y el río de 12:00 a 24:00 hs.

$ 100 la entrada, jubilados y menores de 12 gratis